Cuando se piensa en un rascacielos, se percibe automáticamente la sensación de inmensidad y grandeza. Nuevas York, Londres, Singapur son las grandes ciudades que alojan los edificios más inmensos del mundo, pero lo cierto es que aunque la mayoría midan cientos de metros, lo cierto es que no todos son así.
En este capítulo de Tiempo de Flora, la periodista Flora González nos relata una de las historias más insólitas de la historia de la economía y arquitectura de los Estados Unidos, al narrar cómo fue la errada construcción del rascacielos más pequeño del mundo gracias a una inversión millonaria.
El relato se remonta a principios del siglo 20 en momento de auge económico para Texas en el sur de Estados Unidos. A raíz del crecimiento de la ciudad, un rascacielos fue propuesto por un agente inmobiliario y una serie de malentendidos en los acuerdos lo llevaron a construir el edificio más ínfimo del mundo y tras ello, ser acusado de estafador...¡Dale Play para aprender más sobre esta historia!