En una granja de Piñuel, Zamora, ha tenido lugar esta semana un momento insólito. Una de las vacas de la explotación parió un ternero bicéfalo, con dos cabezas pegadas. Cada una de ellas con sus dos ojos, su nariz, su boca y su lengua, según informa Carla Infiesta.
El animal sobrevivió varios días. Tras fallecer, este viernes, el ganadero ha decidido donarlo a la ciencia: "Estudiarlo, me imagino, les sería interesante a los científicos y veterinarios". Y es que Miguel Fuentes, en los 48 años que lleva de profesión, asegura que "jamás había visto algo así".
"Vimos que tenía un bulto, no vimos que tenía dos cabezas en aquel momento (del parto)", señala el ganadero sobre el ternero, que fue alimentado al principio por su madre. La anomalía física provocó que Miguel tuviera que sacarlo adelante a base de biberones: "Le hemos dado cinco o seis y ha tomado perfectamente".
Sin embargo, la grave malformación no ha permitido que el pequeño ternero llegara al fin de semana. "Se ha muerto y lo sentimos mucho, pero ha sido así. Te encuentras también un poco decepcionado", subraya el ganadero.
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