Cada 9 de mayo, la población planetaria se une en una de las pocas cosas que tienen en común: el misterio de los calcetines desparejados. Quién más, quién menos ha experimentado alguna vez en su vida la perplejidad de haber metido una pareja de calcetines en la lavadora (los dos calcetines iguales, juntos, dispuestos a ser enjabonados) pero, por algún tipo de ciencia infusa, solo ha recuperado uno de ellos al sacar la colada. Es entonces cuando todos nos hacemos la misma pregunta: por qué.
¿Dónde van a parar esos calcetines desparejados que nunca llegamos a encontrar?¿Acaso se los ha tragado la lavadora? ¿Se han desintegrado? Ante la falta de respuestas, guardamos el otro en el armario del cajón, a la espera de que su compañero haga una reaparición estelar. Este misterio universal, que parece baladí, fue abordado por la marca de electrodomésticos Samsung y, en un intento de razonar sobre los posibles motivos por los que todo el mundo pierde una de estas prendas del pie, pero no otro tipo de ropa interior, ni del mismo tamaño como bikinis o tangas, llegaron a una suerte de conclusiones.
Por otro lado y, a raíz de una propietaria de Estados Unidos que recuperó de la lavadora varios calcetines perdidos de sus inquilinos, la casa Whirlpool comprobó y determinó que lo de que la lavadora "se come los calcetines" es una gran verdad y no un mito. Según su informa, la desparejada media puede quedar bajo el caucho en el caso de las que lavan de forma frontal o colarse a través de un espacio que hay entre los tambores interiores y exteriores.