La llegada de Taylor Swift al Allegiant Stadium de Las Vegas era una de las más esperada de la noche. Tras un vuelo de 12 horas en uno de sus jets privados - que ha sido más que cuestionado por los ecologistas -, la cantante ha llegado con muy buena cara al partido de la Super Bowl, en el que el equipo de su novio se jugaba la revalidación del título. Aunque, finalmente, los Kansas City Chiefs han logrado su segunda victoria frente a los San Francisco 49ers, el encuentro se ha sufrido, tanto el campo como en la grada.
Al comienzo del mismo, las ganas de revancha de los de San Francisco, que ya perdieron contra los Chiefs en una final similar en el 2020, les dieron fuerzas para ponerse por encima en el marcador. Esto causó la frustración del ala cerrada, Travis Kelce, que se enfrentó duramente contra su entrenador, llegándole a dar hasta un criticado empujón. Aparte de este incidente, la final de la Super Bowl ha estado lleno de buenos y memorables recuerdos, entre los que destaca uno de la divertida Taylor Swift.
Conscientes del tirón de audiencia que tiene la cantante norteamericana, sobre todo en lo que respecta al target femenino, la cámaras del estadio la han enfocado durante el partido, ¡justo en el momento en el que Taylor se estaba bebiendo una copa de trago! Su naturalidad y simpatía es lo que tiene al público completamente enamorado y su vídeo a lo hooligan se ha vuelto viral al instante. El divertido gesto de Swift ha sido parte de sus expresivas reacciones al decisivo partido que estaba jugando el número 87. En este caso, no estaba bebiendo la marca de tequila de la que Travis tiene una participación, la de la Casa Azul, como otras ocasiones en las que Taylor ha aprovechado para hacerle promoción.
Una vez concluido el partido, que ha llegado hasta la prórroga, la artista también se ha convertido en una de las grandes protagonistas de la celebración a pie de campo. Taylor ha bajado al área acompañada de su suegra, Donna Kelce y, mientras su novio daba un sonoro discurso del triunfo, ella le tiraba besos lanzados al aire. Después, una vez que el jugador ha tenido su propio espacio, esta pareja, que se ha convertido en la carpeta de América, se ha besado y abrazado para celebrar la victoria.