La obsesión de Joao Pimenta da Silva, un hombre brasileño de 71 años, por encontrar oro le ha costado la vida. El vecino de Ipatinga (Brasil) soñó con un espíritu que le aseguraba que había un tesoro debajo de su cocina. A partir de ahí, dedicó más de un año en cavar un pozo, de 40 metros, por el que ha terminado cayendo y muriendo.
El hombre tenía varios politraumatismos, fracturas abiertas en las dos piernas y en la cadera y un importante golpe en la cabeza. Los Bomberos no pudieron hacer nada para salvar su vida. La historia se ha hecho viral por las redes sociales.
Un gran sueño llevó a Joan Pimenta da Silva a cavar un pozo de 40 metros para buscar el gran tesoro. Para conseguir financiación en esta peculiar aventura, Pimenta da Silva vendió todas sus pertenencias, entre ellas sus propiedades inmobiliarias. Así, pagó a varias personas para que le ayudaran en su excavación.
Los vecinos se preocuparon por la seguridad del hombre y le advirtieron de los peligros que conllevaba cavar un pozo, entre otros, la posibilidad de la existencia de gas explosivo en el subsuelo. Cuando llegaron los Bomberos, tan solo pudieron retirar su cuerpo y uno de ellos destacó que el hombre tenía conocimientos de excavaciones por la perfección que mostraba el hoyo.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.