No es nuevo que una aerolínea utilice la moda para modernizar su imagen de marca. Ya lo hizo Iberia en 1968 cuando fichó a Pertegaz para revolucionar "de arriba abajo" la estética de los uniformes de su tripulación. El modisto fue el culpable de que ahora, más de cincuenta años después, cualquiera que pise un aeropuerto asocie el rojo burdeos con su compañía. Con el tiempo, la sofisticación dejó de ser la máxima prioridad y se empezó a apostar por lo funcional. De ahí que entrasen en juego diseñadores como Alfredo Caral, Adolfo Dominguez o, más recientemente, Teresa Helbig, que propuso un estilo más unisex. Esta unión entre dos sectores pioneros en España también se dio en Air Europa, que en 2008 confió la reformulación de la estética de su personal a José Miró.
Una breve cronología de cómo la moda ayudó a aportar aires renovados a las aerolíneas que este 2023 marca un nuevo hito: decir adiós a los tacones y a los zapatos de traje, dependiendo del sexo, y dar la bienvenida a las zapatillas. Un calzado mucho más práctico con el que muchas aerolíneas buscan la comodidad de su tripulación y que permite que hombres y mujeres trabajen en las mismas condiciones.
Los primeros en sumarse a esta iniciativa fueron Iberia Express, que a finales de octubre de este año anunciaron su colaboración con la firma El Ganso para diseñar las zapatillas que llevará su tripulación de cara a enero de 2024. "Además de cómodas son chulísimas", decía su claim.
Casi a la vez, con apenas días de diferencia, era otra compañía, esta vez Aerolíneas Argentinas, la que daba un paso similar, en su caso de la mano del diseñador argentino Ricky Sarkany. "El mundo moderno pide un uniforme moderno. En el avión y en el aeropuerto, un uniforme cómodo, actual, elegante, cargado de imagen y muy argentino", defendieron en su perfil de redes sociales.
Esta decisión, como todas las que tratan de romper esquemas, ha abierto un debate entre sus usuarios. Si revisamos los comentarios de ambos posts encontramos opiniones opuestas. Si unos han aplaudido la propuesta ("Por fin va evolucionando la cosa", "Al fin coherencia y pensar en las mujeres" o "Ya era hora"), otros tantos consideran que las zapatillas hacen que se pierda la "elegancia y sofisticación" que tradicionalmente se ha vinculado con la tripulación de un vuelo. "Puede ser lo más cómodo y actual, todo lo que quieras, pero pierde la sobriedad. No hay nada más lindo que ver a los tripulantes elegantes, estilizados y bien finos. Esto deja mucho que desear", defendía un usuario anónimo.
Aunque en ambos casos se trata de una vía para adaptarse a los nuevos tiempos, en el caso de Aerolíneas Argentinas no es solo una decisión tomada desde la directiva. En una encuesta de la que participó el personal de la compañía hubo un 70% de la plantilla que votó 'sí' a modificar sus uniformes en pro del confort de los trabajadores. "Este uniforme da cuenta de lo que queremos ser y de lo que somos: por un lado, una línea aérea moderna que se adapta a los cambios sociales y las nuevas formas de volar, sin por ello perder la elegancia clásica que caracteriza a Aerolíneas Argentinas", alegó Pablo Ceriani, presidente de la aerolínea, el día de la presentación.