Marty y Jess Ansen son un matrimonio australiano cuya historia, al igual que ellos, está dando la vuelta al mundo. El motivo es que, una vez jubilados, decidieron convertirse en residentes a tiempo completo de los cruceros Coral Princess, donde disfrutan de los espectáculos de música, malabares, bailes y otras actividades de entretenimiento.
Además, no tienen que preocuparse en ningún momento por la preparación de sus almuerzos o por la limpieza de su habitación. La pareja, una vez finalizadas las restricciones por la pandemia de coronavirus, optaron por este método de vida ya que les resulta más asequible que pagar la mensualidad de una residencia.
Los Ansen, que ya eran aficionados a dichos viajes desde hace años, comenzaron su aventura el 16 de junio de 2022. Reservaron 51 cruceros consecutivos, los cuales les dan la posibilidad de estar casi 500 días navegando alrededor del planeta, desde Hawái hasta Nueva Zelanda pasando por los fiordos noruegos o las islas griegas.
El matrimonio destaca las bondades de vivir en un crucero, como la amplia variedad de actividades a las que tienen acceso y la opción de disponer de personal de servicio. "¿A dónde más puedes ir a cenar, a un espectáculo y a bailar? A lo largo del día tienes todas estas actividades", aseguró ella.
Mientras tanto, en una entrevista concedida al programa 'A Current Affair', su marido destacó que "ya no tenemos que lavar ni hacer la cama", añadiendo que "es nuestro estilo de vida, una vida maravillosa".
"Todo el mundo los conoce", explicó uno de los responsables del barco. Otro de los trabajadores puntualizó que son toda una institución y que, concretamente para él, se han convertido en unos "segundos padres".
El Coral Princess cuenta con capacidad para 2.000 pasajeros y 895 tripulantes, alberga más de 700 habitaciones y diferentes restaurantes, con variedad gastronómica que va desde el buffet hasta establecimientos de lujo. Además, tiene un casino de juegos, galerías de arte, piscinas, jacuzzi, cancha de voleibol y de baloncesto, clubes nocturnos y teatros.
Los Ansen terminarán en ocho meses su aventura en este barco para luego cambiar al Croen Princess, donde esperan estar un año más viviendo experiencias increíbles. No obstante, sí que echan de menos a la familia. Por ello, cuando es posible y atracan en puertos cercanos a sus casas, intentan ir a visitarlos.