Adamo Guerra es un italiano que hace 10 años dejó cartas de despedidas a sus padres antes de hacer creer que se había tirado al mar desde un ferry. Un equipo de la televisión pública italiana del programa 'Quién sabe dónde' ha encontrado vivito y coleando al hombre, que fingió su muerte dejando atrás a su mujer y sus hijos.
En Italia todos hablan de Adamo Guerra al hombre que fingió su suicidio y que ha aparecido "muy vivo" en Grecia. Este señor, que ahora tiene 55 años dejó cartas de despedida a sus familiares y sus padres, su mujer y sus hijas lo lloraron. Ahora han descubierto que todo era una mentira, según ha publicado SkyNews.
“Hola mamá y papá, no tengo muchas palabras, lamentablemente siempre me ha ido mal. Y ahora ha llegado el momento de poner fin a todo. Intentaré hacer bien al menos este último paso para evitar el dolor de un funeral. Te pido una cosa importante: Ayuda a Raffaella y a las niñas, que yo no logré hacerlo”, escribió el falso suicida a sus padres en Lugo, Romaña, Italia.
Este es un fragmento de la carta que escribió Adamo Guerra en julio de 2013 antes de desaparecer dejando pistas para que todo indicara un suicidio. Una semana después de su desaparición, la policía recuperó su coche aparcado cerca del puerto de Ancona. Resultó que Guerra había comprado un billete para abordar un ferry que partía hacia Patras el 9 de julio y nunca más se supo de él. La Fiscalía cerró la investigación en 2015, sustentando la hipótesis de desaparición voluntaria...hasta ahora, que el señor Guerra ha sido encontrado en Grecia.
“Pensé que se había tirado al mar”, ha contado la exmujer de Guerra, en shock, tras descubrir la verdad. Ella sospechaba desde hace unos meses cuando tras presentar los trámites pra divorciarse la llamaron para decirle que su marido no estaba desaparecido, sino que vivía en Grecia.
“El abogado me llamó diciéndome que mi marido no estaba desaparecido, que estaba vivo y que habí solicitado su inscripción en el registro de ciudadanos italianos residentes en exterior en febrero de 2022 como residente en Grecia”.
El hombre fue localizado luego por un reportero del programa de televisón Quién sabe dónde. La mujer ha explicado lo que ha vivido estos años: “10 años es mucho tiempo, la cabeza siempre está ahí porque siempre tienes esperanza”, dijo ante las cámaras. “Cuando te llaman y te dicen que una persona ha desaparecido entras en un túnel en el que no ves el final. Para mí él no es ni hombre ni padre”.