En los primeros días posteriores a la detención de Daniel Sancho tras confesar el asesinato y descuartizamiento de Edwin Arrieta en Tailandia, cuando toda España estaba conmocionada por el atroz crimen que habría cometido supuestamente el hijo de Rodolfo Sancho y nieto de Sancho Gracia, pudimos conocer a Luis Gerez, un abogado español que había llevado otros temas judiciales anteriores del joven de 29 años.
El letrado definió en las televisiones a Daniel como un chico deportista, amable, educado y muy correcto, y decía no entender qué le podía haber pasado. No quiso detallar, por el secreto profesional, qué temas concretos habían llevado en su momento a Sancho a contratar sus servicios como abogado.
Este martes, El programa del verano (Telecinco) ha desvelado el pasado judicial del chef madrileño. Ha sido el colaborador Alfonso Egea quien ha tenido acceso a la información relativa a tres encontronazos con la justicia que había tenido Daniel Sancho en España en estos últimos años.
El periodista experto en sucesos ha matizado que esto no tendrá efectos penales ni consecuencias graves para Daniel, dentro del proceso judicial que tiene pendiente en Tailandia, donde lleva dos semanas en la cárcel de Koh Samui, a la espera de un juicio y posible sentencia de pena de muerte, que podría conmutarse a cadena perpetua.
Pero “sí ayuda a entender cómo es la personalidad de Daniel”, ha dicho. Son "tres episodios de conflicto con la justicia que reflejan cómo puede reaccionar alguien acusado de homicidio ante momentos de tensión y estrés”.
El primer encontronazo de Daniel Sancho con la justicia tuvo lugar en 2020, justo después del confinamiento. A la salida de un concierto con unos amigos, el hijo de Rodolfo Sancho tuvo un problema con los porteros al intentar volver a entrar. Llegaron "a las manos" y se requirió presencia policial. “No hubo una violencia excesiva, pero Daniel fue denunciado por resistencia a la autoridad”, un asunto que está todavía “judicializado”, explica Egea.
El otro episodio conflictivo, el más grave, se remonta a cuando Daniel tenía unos 24 o 25 años. Un ciudadano hacía cola en la madrileña calle de José Abascal para coger un taxi y se disponía a tomar el que le correspondía, cuando el chef, acompañado entonces de una mujer, “se coló y le quitó el taxi”. Este hombre le afeó la conducta y terminaron “a puñetazos”, con "severas lesiones" para ambos. La denuncia está en curso a la espera de resolución.
El tercer y último encontronazo de Daniel Sancho con la justicia antes del crimen de Tailandia se produjo también en Madrid, en un club privado y exclusivo donde se forman deportistas del que formaba parte el hijo de Rodolfo Sancho. Este tuvo un altercado con otros de los miembros del club, e incluso hubo una especie de enfrentamiento entre padres, por lo que fue expulsado 10 meses. “Se desconoce el motivo, pero algo habría hecho”, opina Egea. “Para que te expulsen de un club privado tienes que haber protagonizado un hecho importante y creo que también expulsaron a algunos amigos suyos", sentencia Egea, aunque dice no tener confirmado este último dato.
“El caso más grave es el de la cola del taxi, hay agresión, lo cuenta una persona y tiene una denuncia", añade Egea. Para el periodista, esta información que ha dado hoy en exclusiva refleja “la poca tolerancia que tendría una persona ante determinados momentos de frustración”. “Es una sensación que tengo, solo conociendo los hechos detallados”, dos de los cuales, “el del taxi, con parte de lesiones, y el de la resistencia a la autoridad”, son “hechos delictivos”, ha apuntado otro colaborador, que “se acumularían, si consigue regresar a España, a la condena que reciba en Tailandia" por el caso de asesinato de Edwin Arrieta.
La policía tailandesa desveló este lunes el resultado de la autopsia al cadáver de Arrieta, donde se concluía que el cirujano colombiano de 44 años murió "degollado". Aunque es cierto que se produjo una pelea entre ambos y que Daniel golpeó a Edwin y le apuñaló en el torso, como dijo el joven en su declaración y probó después la camiseta encontrada de la víctima, esta no fue la causa de su fallecimiento, sino el corte en el cuello.
El encargado de la investigación y número dos de la policía tailandesa, conocido como Big Joke, declaró que el hijo de Rodolfo Sancho esperaba la llegada de su novia a la isla de Koh Samui. Apuntan a que este sería el motivo por el que asesinó a Edwin, pues no quería que Laura descubriera la doble vida que llevaba junto al colombiano.
La policía mantiene su teoría inicial: Daniel Sancho asesinó con premeditación a Edwin Arrieta, como prueban los cuchillos y productos de limpieza que compró un día antes, porque este no aceptó dejar su presunta relación sentimental. Es por ello que piden la pena capital para él y no pedirán ni el indulto real ni la conmuta con una cadena perpetua, aunque no descarta que lo hagan los abogados: "Depende de cómo se desarrolle el juicio".
“Yo era su rehén, estaba en una jaula de cristal, pero una jaula”, dijo el chef en su primera declaración tras ser detenido. Aseguró estar amenazado por el colombiano. Big Joke explicó que “no se han encontrado dichas amenazas" en el móvil de Sancho, porque “este habría borrado los mensajes” antes de que le requisaran el teléfono, si bien esperan “poder recuperarlos en un plazo de tres semanas”.
Big Joke cree que "el principal motivo para acabar con la vida de Edwin era por unos "vídeos de ellos con su familia que le podría costar el trabajo a su padre", Rodolfo Sancho.
Se desconoce qué contendrían esos vídeos, aunque se especula que podrían afectar especialmente al actor de La Señora y El ministerio del tiempo; y de ahí que su hijo los eliminase, se desconoce si antes o después de su detención, para protegerle.