La jornada electoral de este 23 de julio está dejando, como es habitual, diferentes anécdotas. En la constitución de las mesas los ataques de ansiedad y la ausencia de algunos miembros han protagonizado la mañana, y tras formarse las mesas, algunos de los atuendos de los votantes han acaparado todas las miradas.
Este último es el caso de un votante de Málaga, que ha acudido a votar ataviado con aletas y tubo de snorkel, además de en bañador y con una camisa hawaiana, como todo un submarinista. Jorge, que así se llama el ciudadano, ha podido hablar con Málaga Hoy y ha dejado claro que antes, había preguntado a las autoridades si podía acudir así vestido, “me dijeron que mientras no fuera ofensivo ni significase un delito de odio, podía ir sin problema”. Se trata de un vendedor de la ONCE de Churriana que se tomó al pie de la letra que votar era lo primero y se fue ya vestido de playa junto a su hijo para la ocasión. Sin parada en casa. De la mesa electoral a la playita. Su mensaje: “Sea como sea, hoy hay que votar”.
En Andalucía ha habido incidencias puntuales en colegios como el Pabellón Ciudad de Chiclana de la Frontera (Cádiz), que ha sido el último en ponerse en marcha tras presentarse sólo uno de sus miembros, que además aportaba un justificante médico para no asumir esta tarea.
Por ello, para la constitución de la mesa ha sido necesario requerir la participación de un matrimonio que ha acudido entre los primeros votantes, pero como el hombre era mayor de 65 años, finalmente ha sido la mujer, junto con otro votante de primera hora, quienes han constituido la mesa a las 09.24 horas.
En Santa Marta de Tormes (Salamanca), la presidenta se ha presentado con gastroenteritis y ha pedido irse. Sus sustitutos han acudido a las 8.00 pero con síntomas de embriaguez por encontrarse la localidad en fiestas, así que la presidenta se ha quedado avisando de esa enfermedad.
Otras incidencias se han registrado en la provincia de Jaén, concretamente en la localidad de Alcalá la Real, donde el presidente de una mesa ha sufrido un ataque de ansiedad a los pocos minutos de quedar constituida la mesa, por lo que ha sido necesario avisar al suplente, que ya se había marchado. La mesa ha abierto con normalidad a la hora prevista.