Unas trillizas separadas al nacer descubren que son hermanas tras encontrarse en un centro comercial en Estados Unidos

Una tarde cualquiera supuso un giro de 180 grados en la vida de tres hermanas, quienes descubrieron su íntima relación y su historia en el lugar más inesperado: en un centro comercial en Estados Unidos. Rikki Jump y sus hermanas, Julianne y Kendall, tuvieron un emocionante encuentro por pura casualidad a los 8 años. Rikki creció sabiendo que tenía otras dos hermanas, quienes habían sido adoptadas juntas, pero no se conocieron hasta que llegaron a la escuela primaria.

“Vivíamos a unos 65 kilómetros de distancia. A los 8 años, fui de compras con mis padres cerca de donde ellas vivían. Una niña se me acercó y pensó que yo era Julianne, pero en realidad era una de mis hermanas”; comentaba Rikki.

"Fue como si nos conociéramos de toda la vida"

Tras la muerte de su padre a los 10 años, y tras dos años de comunicarse por correspondencia con sus hermanas, las trillizas decidieron reunirse finalmente en persona: “Al vernos corrimos a abrazarnos y fue como si nos conociéramos de toda la vida, como si fuéramos las mejores amigas”; recuerda Rikki en una entrevista al New York Post.

Kathleen, la madre biológica de las tres hermanas, explicó el motivo por el cual se vio obligada a dar en adopción a dos de sus hijas: al tener una discapacidad auditiva y ostentar tanto ella como su marido dos puestos que no les permitían mantener económicamente a sus hijas (ella trabajaba en el servicio postal y él era camionero), tomó la difícil decisión, al verse abrumada por las circunstancias, de dar en adopción a Julianne y a Kendall al matrimonio de Tina y Ken Scavo de Fort Collins, Colorado.

Aunque vivió con la culpa de lo que había hecho, sus hijas le hicieron comprender que entendían su decisión.