Lequio carga contra los Onieva por el robo de las joyas, mientras investigan si hubo un 'chivato' traidor

  • A tres días de la boda, continúa el misterio sobre el robo de las piezas destinadas supuestamente a invitadas del novio, entre ellas su madre, Carolina Molas, algo que ella niega

  • El colaborador expone su teoría, atacando duramente a los Onieva. “Les irrita que se sepa que eran prestadas. Lo más grave es su falta de empatía con los joyeros"

  • La Policía continúa investigando y cree que alguien cercano a los empresarios vendió la información del traslado a la banda criminal

Comienza la cuenta atrás para la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva, que en menos de 72 horas se darán en “sí, quiero” en el palacio El Rincón. En la prensa y tertulias de corazón no se habla de otra cosa, desde el vestido de novia de Carolina Herrera que llegará mañana de Nueva York, en un avión blindado, el trajín de camiones entrando y saliendo de la finca de Aldea del Fresno a todo tipo de detalles sobre el evento del año, como los cócteles personalizados que servirá la pareja inspirados en su propia vida, o incluso, unas cápsulas para la resaca.

Pero la noticia más desagradable que ha salpicado a la boda, la del robo "de película" de unas joyas por valor de dos millones de euros que iban destinadas a invitadas del enlace también continúa dando que hablar.

En un principio la firma de joyas Del Páramo Vintage desmintió que las piezas fueran para Tamara Falcó o Íñigo Onieva. Se apuntó entonces como destinataria de las mismas la madre del novio y madrina de la boda, Carolina Molas, a quien los joyeros habrían acordado prestarle las joyas a cambio de publicidad. La suegra de Tamara reconoció conocer a la firma víctima del robo, pero negó que las joyas fueran para ella, y dijo que su intención es lucir sus propias alhajas.

Lequio, contra los Onieva: "Les irrita que se sepa que las joyas eran prestadas"

Sin embargo, son varios medios los que insisten en que las joyas sí eran para la familia de Onieva, pero creen que Carolina Molas se quiere desligar del tema para no reconocer que iba a llevar joyas prestadas. Es la teoría que defiende Alessandro Lequio. El colaborador de Ana Rosa, una de las personas más críticas con Tamara Falcó, ha insistido hoy en esta tesis, pero lo que más ha llamado la atención es la dureza con la que ha cargado contra la familia política de la hija de Isabel Preysler.

"La sensación que tengo es que la familia Onieva está irritada porque se ha descubierto que les iban a prestar joyas. El problema es que les da vergüenza que haya salido en los medios que van o iban a llevar joyas prestadas”, ha escrito el italiano en su Instagram, junto a una foto de Onieva y su madre, subtitulada como “El robo de las joyas”:

Iñigo Onieva también se mostró muy molesto cuando los medios le preguntaron por el robo de las joyas, negando que tuvieran nada que ver con su boda. Un “cabreo” que el ex de Ana Obregón considera “absurdo” dado que en esta boda “todo está patrocinado y las joyas de la familia parece que iban por el mismo camino”, dice Lequio, recordando que “el propio Íñigo ha dicho de quién va a ser el chaqué, de quién va a ser la camisa, de quién va a ser la corbata, de quién van a ser los zapatos...”.

Pero lo que más ha enfadado al colaborador, “lo más grave” y lo le ha llevado a lanzar este ataque es la “total falta de empatía que están teniendo todos los Onieva con los joyeros. La propia Carolina ha dicho que los conoce, y no ha tenido ni una sola palabra hacia ellos que seguramente han pasado por el peor momento de su vida. Me imagino en una situación como la del atraco y me entran todos los males, por eso no consigo entender que los Onieva no hayan tenido una sola palabra de cariño hacia ellos, y más reconociendo que los conocen”.

Lo más grave es la falta de empatía que han mostrado con los joyeros, a los que conocían

Lequio tiene claro que las joyas eran para familiares del novio, ya que “si los joyeros prestan esas joyas es para sacar un rédito... Y ese rédito solo se consigue cuando se lucen en primera fila, que es la que ocupará la familia Onieva”, ha zanjado su texto.

Investigan si hubo un "chivatazo" : "El golpe estaba muy bien planificado"

Al margen de quienes fueran las destinatarias de las joyas, las autoridades continúan investigando el robo y ahora se cree que pudo haber un “chivato” cercano a los novios o su entorno que ofreciera a los criminales información detallada sobre el traslado.

Según ABC, la Guardia Civil considera que el golpe estaba muy bien planificado y que los delincuentes tenían datos precisos, como el día del traslado (jueves), o la falta de seguridad de las tres víctimas del atraco, los hermanos joyeros que venían de Valladolid a Madrid por la A-6, cuando fueron obligados a desviarse por los delincuentes simulando ser agentes de la Benemérita y les sustrajeron el botín a punta de pistola.