Polonia elimina la ruta del autobús 666 a Hel tras las denuncias por "propagación del satanismo"

  • La línea 666 lleva desde 2013 acercando a residentes y turistas hasta las playas de Hel, al norte de Polonia

  • Grupos de presión católicos creen que la combinación del número del diablo (666) y el destino Hel (parecido a Hell, infierno en inglés) es "satánico"

  • La compañía de autobuses ha cambiado el número 666 por el 669, algo que tampoco ha gustado a los católico polacos

La iglesia católica de Polonia ha logrado tras varios años de presión que la compañía de transportes de Pomerania, PKS Gdynia, cambie la denominación de su línea de autobús a la localidad costera de Hel, al norte del país. La campaña contra la línea 666 que acercaba los turistas hasta este pequeño municipio unía dos conceptos satánicos para la Iglesia, el número del diablo (666) y el infierno, ya que asimilan el nombre de la localidad Hel con la palabra inglesa 'hell' que significa infierno. Pero la solución ha gustado aún menos a los grupos de presión religiosos.

La página web de PKS Gdynia ya no muestra la línea 666 que ha sido sustituida por la 669, otro número imposible de aceptar para la Iglesia católica polaca por sus connotaciones sexuales.

La presión católica logra que el autobús 666 a Hel cambia al 669

La línea 666 lleva acercando a los turistas y residentes a Hel desde 2013. Solo está operativa durante dos meses en verano, aprovechando la temporada estival de playas. La compañía que gestiona esta línea ha explicado siempre que la numeración de las mismas respondía a un criterio lógico y racional basado en las diferentes zonas del país que cubren. De forma que los vehículos que cubren los municipios ubicados en el condado de Puck (al noroeste del voivodato de Pomerania) están numerados de del 650 al 669. Da la casualidad que, siguiendo este criterio numérico, a la línea que lleva hasta Hel le haya correspondido el 666. Hasta ahora.

Este hecho fue lo que llevó a los grupos católicos a iniciar una larga campaña de presión articulada a través del portal católico Fronda.pl para que cambiasen la numeración ya que, aseguraban, "golpea el orden cristiano del estado polaco y sus cimientos y, por lo tanto, el bien de todos nosotros".

Los sectores católicos más conservadores han entendido también que detrás de esta nomenclatura estaba lo que denominan "propaganda anticristiana puramente satánica". Ellos no creen que se trate solo de "una broma inocente" ya que "es difícil no considerarla una inspiración maliciosa, llamando a las cosas por su nombre: diabólica".

La web Fronda ve también la mano diabólica tras otra casualidad ahora en Varsovia. Según este medio tampoco es inocente que en la capital polaca haya 666 bancos pintados con los colores del arcoíris que representa al colectivo LGTB. El autor de esta iniciativa, el activista Robert Buciak, ha defendido que colorear los bancos busca romper la monotonía del gris que impera en Varsovia y dotar de un poco más de colo a la ciudad. Los bancos serán instalados en diferentes zonas del municipio y tendrá un presupuesto de medio millón de euros al cambio.

Para el medio católico, el que Buciak no haya querido explicar por qué serán justo 666 bancos, ni uno más ni uno menos, esconde una intencionalidad diabólica.