Para que el personal sanitario pueda hacer un buen trabajo ayudando al paciente, este siempre debe ser lo más claro y transparente posible en cuanto a lo que le pasa. Sin embargo, en muchas ocasiones los propios pacientes tratan de ocultar información al médico con diversos fines, como conseguir la prescripción de un medicamento, especialmente ansiolíticos como el Orfidal, pues en España seis de cada 10 personas tienen algún problema de salud mental, o la autorización de una baja laboral, entre otros. Para el experto es muy importante conocer el significado del lenguaje corporal , ya que en muchas ocasiones, saber interpretar gestos puede salvar la vida de un paciente.
El sanitario puede impedir una agresión, detectar una adicción o salvar a una persona con planes suicida con tan solo fijarse en los gestos involuntarios del paciente.
Saber interpretar el lenguaje corporal y los gestos no conscientes de un paciente es clave para el personal sanitario, que de esa forma puede impedir una agresión, detectar una adicción o salvar a una persona con ideación suicida, y es que el 20% de quienes se quitan la vida han acudido a la consulta del médico ese mismo día y el 50%, durante esa semana.
En el 33 congreso nacional que la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) celebra en Madrid del 7 al 9 de junio, el guardia civil y miembro del grupo de trabajo de Salud Mental de SEMES Juan Manuel García dará cuenta de estas técnicas en la ponencia "Lenguaje corporal y la importancia de lo no consciente en urgencias: técnicas para detectar cuando un paciente miente u oculta información sobre su accidente".
El interés del agente por el tema viene, tal y como asegura, del ámbito policial, aunque es aplicable al sanitario a muchos otros. En cualquier caso, esta técnica asegura no permite saber su el paciente miente o no, pero sí detectar si está ocultando información, de hecho en muchas de las ocasiones se exagera más que se miente. Algunos pacientes que llegan a urgencias hospitalarias tienden a hinchar sus síntomas para que se les atienda con prioridad.
Aunque cada paciente tenga su motivo para ocultar información, en ocasiones quien lo hace, busca conseguir una prescripción de un medicamento, frecuentemente de ansiolíticos como las benzodiacepinas o fármacos como el Trankimazin. De hecho, España es líder en el consumo de ansiolíticos.
Otra motivación común para ocultar información es que el médico le justifique una baja laboral. García comenta que hay pacientes que confiesan, por ejemplo, que no pueden levantar un brazo al tiempo que de manera inconsciente generan gestos incompatibles con la patología que están contando. Conocer estas técnicas y detectar la mentira va más allá de una cuestión moral, y es que de esta manera, muchos sanitarios pueden ayudar ante una posible agresión, y especialmente permiten reconocer signos de alerta cuando un paciente no aparenta estar violento y sin embargo está a punto de atacar.
Las agresiones a médicos, tanto físicas como verbales, batieron un récord histórico en 2022, un 38% más que un año antes, según las denuncias recogidas por los colegios profesionales. García considera que reconocer esas señales de alarma "unos segundos previos" da tiempo de reacción al médico. Generalmente la persona agresora tiende a ocupar más espacio, eleva la barbilla, saca pecho, separa los brazos del cuerpo y abre las piernas, en lo que se denomina expansión corporal.
García, que imparte formación en toda España a profesionales sanitarios de emergencias, lamenta que estas técnicas no sean conocidas de manera mayoritaria. Explica que cada perfil emocional requiere una técnica y es muy importante saber escuchar, aunque admite que en las consultas se dispone de muy poco tiempo y a veces ni siquiera hay contacto visual entre paciente y médico. Una técnica muy sencilla es "la escucha activa y generar parpadeos emocionales".
Esto, dice, es demostrar al paciente que su historia importa, asentir con la cabeza y hacer un parpadeo lento y suave, justo en el momento en que cuenta algo importante. Esa técnica permite a la parte no consciente del cerebro interpretar que al facultativo le importas, y eso provoca que el paciente se abra y conecte, algo muy importante, advierte, en la detección de ideación suicida, que así podría prevenirse mejor.