Josep María Mainat es un apasionado de la ciencia y la tecnología. Ya en 2015, cuando rondaba los 70 años, escribió el libro Ciencia Optimista, en el que narraba lo que le esperaba a nuestra civilización en los próximos años (células madre, inteligencia artificial, ingeniería genética, realidad virtual…)
Dedicó un capítulo a una de las pasiones de su vida, los tratamientos 'antiedad' en los que está especialmente interesado desde los 45 años, tras reconocer que no le gusta envejecer y que haría todo lo que la medicina pusiera a su alcance para frenar el deterioro de la edad.
Josep Maria Mainat tenía veintipocos años cuando comenzó en la música con el trío humorístico La Trinca, 40 cuando lanzó la productora Gestmusic (Crónicas marcianas, Lluvia de estrellas, La parodia Nacional…), 55 cuando creó con su hermano Joan Ramón y Toni Cruz el formato Operación Triunfo, que le hizo millonario y le convirtió en uno de los productores más famosos del país; y 60 cuando cometió la “locura”, como él mismo dice, de enamorarse y casarse con una mujer 35 años más joven (Ángela Dobrowolski), sin saber que una década después se vería envuelto en un mediático divorcio y juicio aún pendiente contra ella por presunto intento de asesinato.
Mainat, que tiene ahora 77 años, lleva tiempo decidido a combatir la vejez, dedicando atención y dinero a los tratamientos ‘antiaging’ que investiga la ciencia en todo el mundo. Con 57 años empezó a consultar a especialistas en este campo. Y se decantó por un médico belga que le sometió a un un estudio completo de su cuerpo, salud y metabolismo que necesitaba mejorar: "A partir de ahí empecé a hacer tratamientos para cuidarme. Ahora estoy mucho mejor de salud que cuando tenía 40 años", aseguró en el programa que Focus (Cuatro) dedicó este pasado lunes a los últimos avances en técnicas de antienvejecimiento:
Su objetivo no es solo ganar años de vida sino morir en el mejor estado de salud posible. “Morirse es una mierda, porque dejas de hacer todo lo que te gusta y te conviertes en cenizas, yo me quiero morir encontrándome bien”, explica.
"Los últimos años de nuestra vida los pasamos en un estado deplorable de salud, eso es terrible y se solucionará cuando se considere que envejecer no es un estado natural sino una enfermedad", dice el productor. “En lugar de tratar enfermedades una a una (demencia, cardiovascular… ) hay que sanar el envejecimiento de las células, porque la vejez es la madre y el origen de todas las enfermedades”, añade Mainat.
Mainat detalla a NIUS el tratamiento ‘antiaging’ que lleva haciendo 20 años, basado fundamentalmente en una terapia hormonal sustitutiva, con el que espera "vivir 120 años como mínimo".
Nos advierte de antemano que él no es prescriptor de nada: “Cada cual debe hacer sus investigaciones y ponerse en manos de los mejores médicos, según su propio criterio”. Acepta contarnos su experiencia personal como ejemplo de los avances mundiales en la investigación contra la vejez. Un sector que ocupa a científicos y grandes magnates tecnológicos como el fundador de Amazon, Jeff Bezos, a través de su compañía Altos Labs, que invierten 3.000 millones de dólares en estudios para alargar la vida humana.
Después de una ardua investigación, Mainat conoció al doctor Thierry Hertoghe (Bélgica, 1957), con clínica en Bruselas, que es experto en la reversión del envejecimiento con terapia hormonal y nutricional. Un campo en el que se le considera una autoridad, aunque no está exento de cierta controversia, dado que no hay un consenso científico claro sobre los beneficios y perjuicios de este tipo de terapias hormonales.
Hertoghe es presidente de la Sociedad Mundial de Medicina Antienvejecimiento (WOSAAM), con más de 7000 miembros, y de la Sociedad Internacional de Hormonas (IHS), que reúne a más de 3000 médicos de todo el mundo.
Es autor del libro The Hormone Solution: Stay Younger Longer with Natural Hormone and Nutrition Therapies - Manténgase joven con hormonas naturales y terapias nutricionales (2010).
El Dr. Hertoghe cree que el envejecimiento se debe principalmente a deficiencias hormonales agravadas por la edad, una mala nutrición o estilo de vida. Y es lo que ayuda a corregir en sus pacientes, con tratamientos hormonales personalizados.
Mainat acude a su clínica “cada 6 u 8 meses”, y el doctor le va “ajustando la medicación según los resultados de los análisis”, para que sus “hormonas estén a un nivel óptimo”, esto es, el valor medio correspondiente a una edad más joven a la del paciente.
Su tratamiento consiste en “pastillas con hormonas bioidénticas a la que fabrica nuestro cuerpo, en mi caso masculinas, que suelen descender con la edad”.
“Se trata de equilibrar el sistema hormonal con microdosis de aquellas hormonas que hagan falta, que no son las mismas cantidades todo el año”, explica Mainat, que lo compara con “una orquesta sinfónica en la que hay que afinar todos los instrumentos y balancear su volumen”. El objetivo es que “mi equilibrio hormonal sea el que tenía con 30 o 40 años”. Además, el doctor le explica los "síntomas que uno nota cuando debe aumentar o disminuir un poco las dosis, o cuando debe tomar un descanso en algún tratamiento, además de estar disponible para consultas online en cualquier momento del año”.
A la medicación oral se suma una inyección de testosterona al mes, y otra subcutánea diaria de Growth Hormone (hormona del crecimiento), “en microdosis que vamos ajustando”. La hormona del crecimiento, producida por la glándula pituitaria, estimula el crecimiento infantil y ayuda a mantener los tejidos y órganos a lo largo de la vida. Algunos médicos creen que ayuda a retrasar el proceso de envejecimiento.
Algunos estudios alertan del riesgo de padecer enfermedades como cáncer en pacientes de terapias hormonales sustitutivas, algo que no parece preocupar a Mainat, que opina que “los pocos estudios que hay son poco serios y se basan en dosis exageradas”. En realidad, él cree que es justo lo contrario. "Se cree que el tratamiento hormonal evita el cáncer de próstata”, señala, apuntando a otros estudios que recomiendan, tanto a hombres como mujeres, “hacer terapia hormonal a partir de los 40 años”.
La doctora Clotilde Vázquez, Jefa de Endocrinología de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, explicó en NIUS que "la terapia hormonal de reemplazo puede reducir hasta un 30% de enfermedades en la menopausia". Otro estudio recogido por este portal determinó que el uso de terapias hormonales en menores y jóvenes "mejoran la salud mental".
Mainat nos cuenta que invierte alrededor de 10.000 euros al año (800 al mes) en su tratamiento. Teniendo en cuenta que comenzó hace dos décadas, el productor habría gastado en su rejuvenecimiento unos 200.000 euros.
“No es algo que esté solo al alcance de multimillonarios y grandes fortunas”, nos dice. “Se trata de establecer prioridades. ¿Qué es mejor, seguir un tratamiento para mejorar tu salud o cambiarte el coche sin necesitarlo?”, pone como ejemplo. Como dijo en el reportaje de Cuatro, “al principio estos avances son solo para una élite, pero a la larga toda la humanidad termina beneficiándose de ellos”.
“Cuando yo empecé a hacerlo, no había ningún centro en España, pero ahora hay varios que lo realizan”, dice Mainat.
El tratamiento de Mainat se complementa con “un buen complejo de vitaminas, minerales y oligoelementos”, y en su caso, con Metformina para controlar la diabetes 2 que padece, además de una dosis de melatonina sublingual por las noches.
Mainat sufrió hace unos un cáncer, detectado a tiempo y curado, por el que le extirparon el 80% de su estómago. Le dejó también con 15 kilos menos que no ha recuperado y pérdida de apetito.
Ahora no fuma, no se excede con el alcohol y lleva una dieta sana y equilibrada, eliminando procesados, azúcares y exceso de carbohidratos, y aumentando las proteínas, además de hacer ayuno intermitente ocasional. “Me salto muchos días el desayuno y así estoy 15 horas de ayuno con solo café y líquidos”, explica.
En la actualidad, Mainat también trabaja su cuerpo haciendo “tres sesiones semanales de entrenamiento de fuerza” y “camino mucho, aunque debería hacerlo más”, admite.
Otro de los factores que Mainat considera claves para vivir más años son las “relaciones sociales y también las sexuales”.
“Hay muchos estudios que dicen que a mayor número de orgasmos, más años de vida”, dice el productor citando este estudio realizado durante 20 años a 3.000 hombres de 50-60 años, donde se determinó que en aquellos con alta frecuencia orgásmica (ya fuera en pareja o en solitario), su riesgo de mortalidad (en especial por enfermedades coronarias) se reducía a la mitad. La conclusión fue que la actividad sexual parece tener un efecto protector sobre la salud de los hombres.
Mainat está convencido de que todo el tratamiento hormonal y nutricional que sigue, sumado a su estilo de vida, “alarga la vida, si se hace todo esto se pueden ganar diez o doce años más”.
"A partir de los 100, pienso celebrar cada año una fiesta impresionante", bromeaba ya el productor en 2016, la primera vez que habló de su terapia antiedad.
La investigación contra el envejecimiento vive un boom mundial sin precedentes. "Las personas que vivirán 150 años ya han nacido", vaticina Mainat en el programa El Convidat (TV3). Pero aún queda mucho camino por recorrer y de momento “no existen productos milagrosos”. Aunque ya se ha logrado envejecer o rejuvenecer a ratones en laboratorios, “no hay nada todavía que frene el envejecimiento de forma significativa en la especie humana”, advierte lvador Macip, director de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC, aunque también cree que hay que seguir investigando, ya que “la inmortalidad, desde el punto de vista biológico, no es imposible”.
Otro de los laboratorios que están trabajando por revertir el reloj biológico es el del médico e investigador Manel Esteller, director del Programa de Epigenética y Biología del Cáncer del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), y profesor de genética de la Universidad de Barcelona, que asegura haber conseguido retrasar la aparición de enfermedades con sus tratamientos.
El Dr. Esteller investiga cómo rejuvenecer las células modificando el epigenoma, algo con lo que ya han conseguido alargar la vida de los ratones un 40%.
“Es una eminencia mundial en el campo de la epigenética”, nos dice Mainat, que ya ha concertado una cita con él para que le mida su edad biológica.
Otro científico pionero en este campo es el doctor australiano David Sinclair, genetista y experto en longevidad de Harvard Medical School, que también ha realizado estudios de modificación genética en ratones, consiguiendo envejecerlos o rejuvenecerlos, para concluir que “la vejez puede terminar siendo una enfermedad curable en humanos”.
En este último año ha sido noticia el caso de Bryan Johnson, el excéntrico magnate tecnológico de 45 años que se ha propuesto volver a tener el aspecto de un joven de 18 años, algo en lo que invierte 2 millones de dólares anuales: