Una de las cosas más típicas de España son los churros, pero es una profesión que se está perdiendo con los años. Ahora los jóvenes sueñan con ser bomberos, youtuber o influencers. Juan Alpuente, heredó el negocio familiar de su padre, una pequeña churrería junto al Mercat dels Encants de Barcelona. Desde que tomó los mandos servía sus productos a los vecinos del barrio de El Clot, que acudían a su puesto a comprar su desayuno, sobretodo los fines de semana. Pero gracias a TikTok, Alpuente se ha convertido en el churrero más viral de la ciudad condal, atrayendo a clientes de diferentes partes del mundo.
Con la llegada de la pandemia, como tantos otros negocios tuvo que echar el cierre por un tiempo. Ese fue su punto de inflexión. Con el auge que tenía TikTok en la pandemia, Juan vió un altavoz para su negocio: "Empecé a grabar vídeos para atraer a más clientes y ahora me he hecho famoso", reconoce el churrero a NIUS. Ahora es todo un fenómeno de la red social china, acumulándo sus vídeos millones y millones de reproducciones y visualizaciones. "Es como una publicidad, pero a lo bestia", afirma Juan Alpuente sobre sus vídeos en TikTok.
Alpuente muestra a sus seguidores como se hacen los churros, las cortezas y los chuchos. Así como realiza directos en los que charla con sus fans y los hace partícipes de su día a día en la churrería. Pero como con cualquier trabajo, la recompensa no llega desde el primer momento. Juan asegura que le costó crecer al principio: "Tuve que ser constante hasta que un día se viralizó una publicación y empecé a ganar seguidores", explica. Reconoce que los vídeos que tienen más éxito son aquellos en los que sale con su padre, quien asegura que ha "dejado en buenas manos" la churrería después de medio siglo al frente de ella.
Sus vídeos han tenido tan gran acogida en las redes sociales que a la churrería se acercan personas de "todo el mundo que ha visto mis vídeos y quiere probarlos", asegura. Pero él no solo se ha vuelto la estrella de su TikTok, junto a su padre, los vídeos más demandados son los de Rafa, un cliente de toda la vida que tiene un sitio fijo reservado para él en la churrería.
Juan, seguro que aguantará todo lo que pueda al frente de la churrería. Pero como él la heredó de su padre, le gustaría que alguno de sus hijos siguiese con el legado familiar en un futuro: "Voy a tener que hacer cinco o seis hijos para que sigan el negocio", afirma entre risas Juan Alpuente, el churrero de barcelona más viral de TikTok.