Kaya ha dedicado toda su vida al servicio de los demás. Esta preciosa perra, es una pastora alemán, que junto a su fiel compañero Cole, lleva nueve años ayudando a veteranos de combate estadounidenses a lidiar con sus problemas de salud mental tras su regreso del campo de batalla. Fue entrenada para ello y se ha convertido en una de las mejores en su trabajo. Ayudando a cientos de personas durante este tiempo. Tras su largo trabajo, y tras ser diagnosticada con un cáncer terminal, Kaya seguirá los pasos Dylan, Geko o Queen: la jubilación.
Su labor fue tan encomiable que inspiró a la creación de la 'Ley PAWS' en 2021. Una ley federal con la que se protegía su función y se permitía unificar a los perros terapéuticos con los veteranos que padecen estrés postraumático tras su labor en el frente de batalla. "Le agradecemos a ella y a su dueño, Cole, por sus muchos años de servicio", ha comentado la aerolínea Southwest Air, con la que ha viajado la perra junto a su fiel compañero a realizar una nueva misión.
Mientras presionaba para la salida de la ley, Kaya junto a Cole, ha viajado por todo el país para ayudar a quién le necesitaba. Llegando a coger más de 320 vuelos. Ahora, lamentablemente su labor ha llegado a su fin. Kaya fue diagnosticada con un cáncer terminal. Pero antes de retirarse a descansar, tras toda una vida dedicándose a los demás, Kaya cogerá un último vuelo para ayudar a una última persona.
Tras esta última pelea, Kaye se retirará junto a Cole, un veterano de la Infantería de la Marina, a la casa donde nació y conoció por primera vez a Cole. "Las palabras no pueden describir lo agradecidos que estamos por todo lo que ustedes dos han hecho tanto por su país como por sus compañeros veteranos", afirma la aerolínea estadounidense, Southwest Airlines, quien ha querido agradecer todo el trabajo que han llevado a cabo Kaye y Cole por los demás a través de un vídeo en su cuenta de Tik Tok.
Como Kaya, existen otros muchos perros que ayudan a miles de personas a sobrepasar sus peores momentos. Estos, acompañados de su guía, trabajan mano a mano bajo la dirección de un especialista que puede ser un psicólogo, un pedagogo, etc. Juntos, ayudan a personas a superar fobias, depresiones, relajar a pacientes con alguna demencia o disminuir niveles de violencia y aislamiento en centros penitenciarios.
Para que un perro pueda convertirse en uno terapéutico, debe tener unas actitudes: debe ser sociable y dócil, deseoso de agradar al hombre, tolerante, paciente y dispuesto, inteligente y capaces de aprender con facilidad, y no deben alterarse con ruidos bruscos. Antes de comenzar las terapias, son entrenados diariamente, principalmente a no alterarse ante ruidos fuertes, pavimentos desagradables u olores penetrantes como los que podemos encontrar en un hospital.