A la hora de viajar en avión, sobre todo en trayectos largos, muchos pasajeros se preocupan por la comodidad. Los asientos reclinables de los aviones permitían a los pasajeros reclinarse y poder relajarse durante el vuelo de manera más cómoda, pero cada vez es más habitual no ver estos asientos en los aviones. ¿A qué se debe?
Una de las razones fundamentales es económica. El coste de mantenimiento de estos asientos es más caro que el de un asiento normal, ya que por el desgaste o por el uso inadecuado es más propenso a romperse.
Además, otra razón que también está relacionada con el coste es el peso. Estos asientos pesan más que los tradicionales estáticos, por lo que cualquier kilogramo que la compañía se ahorre a bordo se traducirá en un ahorro de combustible.
En tercer lugar, aunque no menos importante, es el trabajo adicional que dan este tipo de asientos. Cuando los asientos son reclinables se producen más quejas o riñas entre pasajeros, y los asistentes de vuelo tienen que intervenir para mediar en las situaciones, por lo que evitando estos asientos también se evitan problemas, según recoge CNN.