Nadia Joseph-Gosine, una mujer de 33 años, estaba a punto de cumplir uno de sus sueños, casarse con la persona que más quería. Ya estaba todo listo, las flores, el vestido, el banquete. Pero la noche de antes, todo se truncó para ella y su prometido, lo que iba a ser el día más bonito de sus vidas y que nunca olvidarían, finalmente se vio truncado por la muerte repentina de la mujer de Beckton (Reino Unido). Algo similar le ocurrió un joven de 19 años en Estados Unidos, que falleció inesperadamente tres días antes de su boda.
El 7 de diciembre de 2022 siempre quedará en la memoria de Devon Gosine, de 37 años. Ese era el día que el y Nadia habían elegido para unirse en matrimonio. Llevaban cinco años juntos, y decidieron que se querían casar en Trinidad, una isla caribeña cerca de Venezuela. Allí habían viajado juntos. La noche anterior a la boda, ambos se encontraban en la habitación hablando durante largas horas de todo lo que iban ha hacer juntos. Devon dijo que a Nadia le costaba conciliar el sueño, pero pensó que solo estaba nerviosa por el gran día. Finalmente, ella se quedó durmiendo mientras él le abrazaba, sin saber que sería la última vez que lo hiciese.
Cuando se despertó, a altas horas de la madrugada, fue a darle un beso en la mejilla, fue ahí cuándo se dio cuenta que el amor de su vida se había ido. No respondía a ningún estímulo. Rápidamente, al darse cuenta de que algo andaba mal, pidió ayuda a los servicios de emergencias, que estuvieron durante casi una hora intentando reanimar a la joven. "Ella fue el amor de mi vida. Ella siempre fue la mejor parte de mi vida", decía entre lágrimas Devon al ver que su futura mujer no respondía a los intentos de reanimación de los médicos. “Nos estábamos preparando para el resto de nuestra vida y, de repente, nos lo quitan. Fue lo más difícil", agregó.
Nadia, padecía una enfermedad en el hígado y los riñones, que tanto ella como sus familiares creían que había superado, ha asegurado su hermana Isha Daley, de 37 años. La hermana la definió como "una mini rebelde" que era "muy animada y luchadora". La muerte de Nadia fue una sorpresa, pero Isha, que trabaja en el National Health Service in England (NHS) -Servicio Nacional de Salud británico-, dijo que los médicos le dijeron que su hígado estaba tan dañado que habría muerto dos semanas después, incluso si hubiera recibido ayuda médica.
Ahora, tras el fatal desenlace para Nadia. Devon cuida del hijo de 10 años que tenía la joven con otra pareja en Trinidad, hasta que Isha consiga reunir el dinero necesario para llevar al menor de vuelta a Londres. Isha agregó que no cree que Emari haya procesado la muerte de su madre todavía, pero "él sabe que ella ya no está aquí y todos lo mantienen distraído". Nadia había cancelado su seguro de vida solo tres meses antes de su muerte y no tenía seguro de viaje.