Zaira ya no pasa tanto tiempo con su amiga: "Está enfadada porque desde que tengo pareja, salgo menos"

Zaida tiene 24 años y lleva tres meses con su pareja. La relación con él es perfecta, pero hay un problema: su amiga se siente desatendida. “Está enfadada porque salgo menos y me lo echa en cara siempre. Yo creo que no hay que forzar las cosas y si me apetece estar con mi novio, me apetece estar con él. Lo que sería injusto es quedar con mi amiga cuando no me apetece”, comparte la joven con el consultorio de Yasss. “Esto ella no lo entiende y estamos distanciándonos. ¿Estoy actuando bien o ella está siendo egoísta?”, se pregunta.

¿Es normal pasar más tiempo con tu pareja que con tus amigos?

Las relaciones amorosas atraviesan cinco fases y la primera es muy intensa. Se trata de la luna de miel, un periodo que puede durar varios meses y en el que todo tu mundo gira alrededor de tu pareja.

Durante este periodo de tiempo, lo que más te apetece es pasar tiempo con tu pareja, conocerla a fondo y, sobre todo, exprimir al máximo la excitación que produce la novedad (no solo en el plano sexual, aunque también). Cada beso, cada conversación, cada plan juntos… Todo te emociona. Y en este estado de emoción desmedida, es muy fácil desatender otras relaciones.

Entonces, ¿es normal pasar más tiempo con tu pareja que con tus amigos? En su justa medida sí, pero hay una gran diferencia entre “pasar menos tiempo con tus amigos durante unas semanas” y “olvidarte por completo de tus amigos hasta que lo dejáis y reapareces de la nada”.

En otras palabras, es comprensible que estés un pelín ausente durante las primeras semanas, pero tienes que reordenar tus prioridades para no descuidar a tu círculo social ni a tu salud mental.

Reordenar las prioridades: Cómo se hace y por qué es tan importante

Reordenar las prioridades significa identificar todas las relaciones y actividades que son importantes en tu vida. Por ejemplo, tu familia, tus amigos, tu pareja, tu trabajo, tus estudios, tus aficiones y en último lugar, pero no por ello menos importante, el tiempo a solas.

Has identificado tus prioridades, ¿y ahora qué? Pues toca hacer malabares para atenderlas a todas en su justa medida. Es decir, calcular el tiempo que necesitas invertir en el trabajo, los planes que te gustaría hacer con tu pareja, las quedadas con amigos, los compromisos familiares, etc.

Esta tarea estará en constante evolución. Con esto quiero decir que habrá semanas que verás más a algunos amigos, semanas en las que te apetecerá estar con tu pareja, semanas que querrás disfrutar de tu familia, semanas que querrás alejarte del mundo y dedicar tiempo a tus hobbies a solas, y no pasa nada por ello siempre y cuando en términos generales, puedas cuidar de todos (sin descuidarte ti).

Es normal que, en este proceso, te des cuenta de que algunas personas o actividades te sobran. Es doloroso identificar amistades que ya no te aportan nada o que te exigen más de la cuenta, familiares que te quitan la salud mental o aficiones que antes te apasionaban, pero que ya no te gustan. No te aferres a ellas por costumbre.

Consecuencias de desatender tus amistades

Algunas personas tienden a descuidar la amistad cuando tienen pareja y eso no es nada saludable. ¿Por qué?

  • Porque tu relación se vuelve más susceptible a la dependencia emocional, los celos, la posesividad y la comunicación pasivoagresiva.
  • Porque tus amistades te pueden perdonar los primeros desplantes, pero acabarán cansándose y perderás a personas que te quieren mucho (y bien).
  • Porque tu identidad girará alrededor de la relación de pareja desatendiendo tus necesidades individuales. Eres mucho más que “la novia de…” o “el novio de…”.

Teniendo esto en cuenta, conviene hacer un poquito de autocrítica. Si tu amigo o tu amiga siempre ha cuidado tu salud mental y ahora está diciéndote que estás desapareciendo más de la cuenta, otórgale el beneficio de la duda en vez de pensar que “exagera”, que “no es para tanto” o que “ya se le pasará”. Te echa de menos con razón y es que, como dice el refrán, los ligues van y vienen, pero un buen amigo es para siempre.