De las cómicas imágenes virales de un reportero de Kenia boicoteado en su conexión en directo por una cría de elefante al susto de un ciclista en la localidad leonesa de Villarino del Sil. En esta jornada, otro vídeo rodeado de naturaleza sorprende a los usuarios en las redes, desde donde se ha difundido la secuencia.
El hombre que lo grabó tuvo que bajarse de la bicicleta y mantener una distancia prudencial para grabarlo. Ante él tenía un ejemplar de macho joven que, al detectar su presencia se puso de pie de una manera que, si bien podría interpretarse como desafiante, finalmente no tuvo nada que ver.
Acto seguido, el mamífero, temeroso, se esconde detrás de una fuente desde la que llegó a asomar la cabeza en un último vistazo al ciclista antes de buscar refugio en el bosque.
El avistamiento de estos ejemplares no es algo completamente inusual en estas fechas en distintos puntos que se extienden por la Cordillera Cantábrica, que comprende el Valle de Laciana, bendecido por la fortuna de contar con muchas especies de animales. Entre ellas el oso pardo. Como recoge el Ayuntamiento de Villablino, que en su página web, otro área donde son frecuentes los avistamientos, "el área osera del occidente cantábrico abarca el orden de 2800 kilómetros cuadrados, pero la mayor densidad de población se concentra en los valles y bosques de los municipios de Villablino, Palacios del Sil y Páramo del Sil en León".
Si bien en general "es difícil toparse con un oso en el monte, pues sus finos sentidos le permiten captar desde lejos la presencia del hombre, alejarse y evitar su peligro”, el Ayuntamiento de Villablino subraya que ante una situación de riesgo, se ha de extremar la precaución.
Si nos encontramos a un oso de cara, explican, "lo peor que puedes hacer es quedarte quieto esperando sacar una buena foto", siendo la recomendación, según señala el consistorio citando al presidente de la Fundación Oso Pardo (FOP), Guillermo Palomero, "hacerse notar, moviendo los brazos, pero sin reusltar amenazador". "Si el animal no busca otra ruta, mejor apártate tú de ella", señala.
Además, los expertos inciden en "no aproximarse a las crías, pues cerca andará una madre que puede arremeter". "En ningún caso se debe mostrar una actitud agresiva en la que el oso pueda sentirse amenazado porque si la distancia es muy próxima intentará defenderse, por eso es importante no tirar palos, ni piedras, y en el caso de un cazador no disparar al aire para ahuyentarlo”, explica Palomero en la información referida por el citado Ayuntamiento.