En ese momento, muchas personas se ponen nerviosas. Por un lado, les da apuro compartir ciertos detalles, pero también influye que no quieren “quedar mal” delante de su nueva pareja. ¿Su solución? Mentir. Ni siquiera lo haces a propósito o con maldad, es como si las palabras salieran sin pensar por tu boca. El problema es que te da apuro reconocer que has mentido, así que aguantas la mentira más y más tiempo, y eso genera una gran ansiedad. ¿Es posible sincerarse sin que tu pareja se enfade? La respuesta es sí, pero siguiendo ciertas recomendaciones.
Hablar de tu pasado amoroso y sexual con una nueva pareja, ¿sí o no?
Para muchas personas, el sexo es un tema de conversación como otro cualquiera. Lo mismo ocurre con el pasado amoroso: se sienten cómodas hablando de sus ex, del primer amor, de por qué fallaron antiguas relaciones, etc. Sin embargo, también hay muchas personas que por timidez, por respeto a su privacidad o por cualquier motivo, prefieren no compartir estos detalles.
Hablar de tu pasado afectivosexual con una nueva pareja es algo genial que puede ayudaros a conoceros de manera mucho más profunda, siempre y cuando ambos estéis cómodos. En otras palabras, hay ciertas cosas que es mejor no hacer:
Sacar el tema cuando alguno no está preparado. Es un gran error presionar a tu pareja para que te hable de su pasado cuando no se siente a gusto con este tema de conversación. Si en el futuro quiere compartir información, lo hará.
Seguir hablando cuando tu pareja te ha pedido que pares porque se siente incómoda. Pregúntale por qué se siente así y respeta su espacio. No todo el mundo gestiona igual este tipo de detalles.
Hablar por primera vez de este tema cuando estáis rodeados de gente. Es mejor asegurarte de que tu pareja se siente cómoda antes de generar un clima tenso con tus amigos o sus amigos. Primero, hablad de sexo o de vuestros ex a solas. Si ambos estáis a gusto y el tema surge cuando hay más gente, comentad lo que queráis con naturalidad.
Normalizar que tu pareja te juzgue por tu pasado. Si hace un comentario despectivo, aunque sea muy sutil, párale los pies. Tu vida amorosa o sexual pasada te pertenece solamente a ti, nadie puede opinar sobre ella o juzgar decisiones que tomaste.
Cuando se produce cualquiera de estas situaciones, aumenta mucho la probabilidad de reaccionar mintiendo a tu pareja sobre tu pasado.
He mentido sobre mi pasado, ¿y ahora qué hago?
En primer lugar, párate a pensar en el motivo de la mentira. ¿Por qué te has sentido más cómodo/a contando una mentira que reconociendo la verdad? Normalmente es por miedo a que tu pareja te juzgue o cambie su percepción sobre ti. ¿Te ha dado algún indicio de que podría reaccionar así o simplemente son inseguridades tuyas? Si te ha dado algún motivo, tenéis que hablar seriamente, porque una relación en la que te juzguen o menosprecien jamás puede funcionar. Si son inseguridades tuyas, es importante trabajar en tu autoestima.
El siguiente paso es armarte de valor y decir la verdad, pero explicando en todo momento el motivo por el que has mentido.
Escoge un momento tranquilo en el que estéis ambos cómodos y a gusto. Sé que da rabia “romper” la felicidad con este problema, pero si sacas el tema en medio de una discusión es más probable que acabe en drama.
Empatiza con tu pareja. ¡Ojo! Es normal que se cabree por la mentira, pero no es justo que te juzgue por la verdad que le has contado. Eso tienes que tenerlo claro y dejárselo claro a tu pareja. Si lo único que le molesta ha sido la mentira, conviene dejarle un pelín de espacio y tiempo para que lo procese.
En último lugar, esforzaos por desarrollar una comunicación sincera y respetuosa. No necesitáis compartir cada detalle de vuestra vida y no pasa nada por decir «no me siento cómodo/a hablando de esto, cuando esté preparado/a te lo diré».