Lucy Giles considera a su perro, Brody, uno más de la familia, pero además ese miembro de la familia es quien le ha salvado la vida tras ayudar a detectarle un cáncer de mama que padecía.
Lucy decidió adoptar a Brody en 2021, incorporando a su familia a un perro gigante de Terranova. La mujer de 45 años quiso que Brody los acompañara en su casa de Oxford, Inglaterra, después de que su pareja pasase seis meses hospitalizado por el covid.
Al principio Lucy pensaba que la insistencia del perro en acercarse y olfatearle su axila derecha se debía únicamente a que reclamaba un poco de atención, pero no era así.
La raza a la que pertenecía Brody, un Terranova, es conocida por ser perros de rescate y salvamento, además de por su gran inteligencia.
Lucy asegura que siempre que estaba sentada o viendo la televisión, el perro se acercaba a su axila derecha, olfateándola y rozándose.
Fue entonces y ante la insistencia del animal que a la mujer le saltaron las alarmas y un día mientras se duchaba decidió tocarse la zona en la que insistía el animal, llevándose una sorpresa al detectar un bulto, según afirma The Mirror.
Inmediatamente pidió cita en el médico y la detectaron un cáncer de mama del que está en tratamiento “con días mejores y peores”, pero de lo que está segura Lucy es que si aún sigue viva es gracias a su fiel Brody.