La psicóloga Marina Pinilla analiza los obstáculos sexuales más comunes en el postparto: desde dispareunia hasta presión social
¿Hay placer después del parto? 7 consejos para mejorar vuestra vida sexual y volver a disfrutar sin prisas ni presión
Aunque las redes sociales nos muestran una imagen idealizada del embarazo, del parto y del postparto, lo cierto es que todo cambia durante esos meses. Influyen por un lado los altibajos hormonales que tienen lugar en tu cuerpo, pero también (y a veces en mayor medida) los cambios que tienen lugar en tu rutina. En consecuencia, pueden aparecer sensaciones tan variadas como la ansiedad, la frustración con tu pareja o la culpabilidad por no estar dando el cien por cien, aunque eso sea imposible.
Tienes un hijo, llegas a casa y te preguntas cómo va a ser tu vida sexual ahora. Ya te lo digo yo: diferente.
Sí que es cierto que la experiencia de tener un hijo puede fortalecer el vínculo entre una pareja (pese al estrés que supone) y enriquecer su vida sexual, pero es innegable que existen ciertos obstáculos que repercuten negativamente en el deseo y el placer, sobre todo para la persona que acaba de expulsar un bebé de aproximadamente tres kilos por su vagina.
Dolor o dispareunia. Anatómicamente hablando, el parto es un trauma para la zona vaginal y perineal. En consecuencia, la mayoría de mujeres experimentan fuertes dolores o dispareunia. Si sientes molestias estando en reposo o caminando, imagina con la penetración. Es por ello que la mayoría de sanitarios especializados en ginecología y obstetricia recomiendan esperar mínimo un mes antes de mantener relaciones sexuales tras el parto.
Sequedad vaginal. La falta de lubricación se debe por un lado a que te duele la zona genital, pero también a los altos niveles de prolactina y la bajada de estrógenos. Estos cambios hormonales tienen lugar para posibilitar la lactancia materna y un efecto secundario es la sequedad vaginal.
Alteración de los patrones de sueño. Aunque hay bebés con un patrón de sueño muy regular, lo cierto es que por la noche te vas a despertar y mucho, sobre todo los primeros meses. También se pueden producir retrocesos del sueño en el bebé. Todo esto produce una alteración total de los patrones del sueño de los padres: si estás cansado por el día y en alerta por la noche, cuesta mucho encontrar un buen momento para tener sexo con tu pareja.
Depresión postparto. La depresión postparto es muy frecuente, pero invisibilizada. Muchas madres se sienten sobrepasadas durante los primeros meses y culpables por no estar disfrutando de la maternidad como “deberían” (o, mejor dicho, como la sociedad, las redes sociales y las películas te venden la maternidad: un cuento de hadas falso). Algunos síntomas sexuales de la depresión postparto son la pérdida de la excitación, del deseo y de la capacidad para lograr el orgasmo.
Presión social. A todos los factores que acabamos de mencionar le sumamos la presión que ejerce la sociedad para que retomes tu vida sexual cuanto antes. La pareja se puede obsesionar con la creencia de que para que la relación funcione, hay que tener sexo cuanto antes y recuperar la pasión.
Todos estos factores pueden derivar en una disfunción sexual postparto, algo que afecta a hasta el 83% de las mujeres, según un estudio ginecológico.
Recomendaciones para volver a disfrutar del sexo
Respetad vuestros tiempos. Si no te apetece, no te apetece. Da igual que haya pasado el mes recomendado por profesionales. Tú tienes tus propios tiempos y lo mejor que puedes hacer por ti, por tu pareja y por tu hijo, es respetarlos para no acabar desarrollando ansiedad, depresión o una disfunción sexual.
Priorizad otro tipo de estimulación más allá de la penetración. Tenemos metido en la cabeza que para que el sexo sea ‘de verdad’, debe haber penetración. Esto es falso y puede dar lugar a muchos problemas sexuales. Ahora más que nunca, dedicad más tiempo a otras prácticas y estimulaciones como las caricias en áreas no genitales, la masturbación o el sexo oral.
Trabaja tu musculatura pélvica. Da pereza, pero los ejercicios de la musculatura pélvica te ayudarán a prevenir dolores, incontinencia urinaria y molestias durante el sexo a largo plazo. No te pongas a hacerlos sin conocimientos previos. Mejor habla con tu ginecóloga o busca a una fisioterapeuta especializada en suelo pélvico.
Añadid el lubricante a la lista de la compra. Como hemos visto, es muy frecuente la sequedad vaginal. Por eso se recomienda utilizar lubricantes a base de agua o de silicona a la hora de mantener relaciones sexuales. Eso evitará molestias innecesarias por la fricción.
Vacía el pecho para evitar molestias. Si el pecho está lleno, pueden aparecer molestias o dolores por la presión. Por eso es recomendable vaciarlo antes de mantener relaciones sexuales.
Trabajad la autoestima fuera y dentro del dormitorio. El cuerpo cambia durante el embarazo y no pasa nada. No te machaques por ello, no tengas prisa por entrar en la ropa que antes te valía y no toleres ningún comentario despectivo y gordófobo, venga de quien venga. Cuidar tu autoestima durante estos meses te ayudará a mejorar tu salud mental y tu salud sexual.
Buscad intimidad en otras actividades. Durante esta etapa, el sexo no tiene por qué ser lo más importante para vuestra relación. A lo mejor necesitáis fortalecer el vínculo de otra forma y eso no es malo ni va a acabar con la pasión a largo plazo. Conectad emocionalmente hablando de vuestros sentimientos. También os recomiendo reservar tiempo para vosotros solos como pareja (sé que es difícil con un bebé, pero un paseo, un concierto o una cena fuera os dará mucha vitalidad) y para cada miembro de la pareja por separado (además de padres o madres, sois personas con aficiones y amistades).