Miguel Ángel tiene 24 años y nunca se ha acostado con alguien, algo que no le preocupaba especialmente hasta ahora. Ha conocido a una chica, llevan bastante tiempo viéndose, y no tiene claro si debe decirle o no que ella va a ser la primera. “No me atrevo a decirle que soy virgen por si se asusta o algo y pasa de mí”, comparte con Yasss. Pero, ¿realmente es necesario que compartamos esta faceta de nuestra intimidad con un ligue o pareja?
La “virginidad” es un constructo social, es decir, una etiqueta que las personas nos hemos inventado para referirnos a la primera vez que tenemos sexo. El problema, es que esta etiqueta implica mucha presión y mitos falsos.
En primer lugar, ¿qué entendemos por “virginidad”? La mayoría de personas piensan que para perder la “virginidad”, tienen que mantener relaciones sexuales con penetración y que otro tipo de prácticas no cuentan. Esto es falso. No hay un ranking en el que en el podio está la penetración y más abajo el sexo oral y la masturbación, todas ellas son igual de válidas y si has realizado alguna, ya has tenido sexo por primera vez.
En segundo lugar, ¿qué connotaciones tiene el concepto “virginidad” para mujeres y hombres? Por norma general, a las mujeres se les presiona para esperar, pero no demasiado. En otras palabras, si tienes sexo muy joven pasas a ser una “chica fácil”, pero si tardas mucho pasas a ser una “siesa”. Estos estereotipos machistas también afectan a los hombres: si esperas a encontrar a la persona o al momento indicado, tu virilidad se pone en entredicho. Tu valor no depende de cuándo tienes sexo por primera vez.
En tercer lugar, ¿qué cambios se producen a nivel psicobiológico tras perder la “virginidad”? Spoiler: ninguno. Ni siquiera en las mujeres, ya que el himen se puede romper de otras muchas maneras o incluso pueden nacer sin él.
Vistos los mitos falsos de la mal llamada “virginidad”, es importante meternos en la cabeza que la primera vez no es para tanto, que simplemente es una experiencia más dentro de todas las que vivirás, y que está en tu mano elegir cómo vivirla.
Si te estás preguntando como debería ser, la respuesta es como tú quieras. Es igual de válido hacerlo con un ligue esporádico a hacerlo con tu pareja. Está genial si lo haces a los 16 años y si lo haces a los 29 años. No pasa nada si decides tener sexo en tu primera cita, o si prefieres esperar meses hasta tener confianza. Decidas lo que decidas (siempre y cuando sea lo que tú quieres y no lo que tu pareja o la sociedad te impone), estará bien.
Como antes decía, está en tu mano decidir si quieres contarle a tu ligue o pareja que es tu primera vez.
Algunos pros de contar que es tu primera vez son que:
Algunos de los contras son que:
Si tienes dudas, mi recomendación es que esperes antes de tener la conversación. Hazlo solo si te sientes cómodo o cómoda.
Con naturalidad. No es un drama, así que no lo conviertas en uno. Elige un momento en el que te sientas a gusto y cuenta la noticia como podrías contar que en bachillerato suspendiste matemáticas o que con quince años pillaste conjuntivitis. Es decir, trata el tema como algo normal porque realmente lo es. No tienes nada de lo que avergonzarte.
En el caso de que sea tu pareja estable y llevéis ya un tiempo saliendo, quizá la conversación se alarga un poquito o es más seria de lo que te gustaría. Es importante que tú expliques por qué has decidido esperar antes de decírselo: porque eres tímido/a, porque te daba miedo que se asustase y se alejase de ti, porque querías encontrar el mejor momento… Sea cual sea tu razón, es válida y respetable.
También es importante que escuches a tu pareja y le permitas expresarse: no tiene por qué sentirse traicionada ni agobiada, pero es normal que le pille de sorpresa, así que respeta su reacción emocional siempre y cuando no te falte el respeto a ti.