Un funeral es el rito de despedida por el que los familiares y amigos dan el último adiós a esa persona. Pero en el caso de Dianne De Jager el velatorio de su madre se tornó en una pesadilla, pues descubrió en pleno funeral que el cuerpo que había en el ataúd no era el de su madre. Este suceso ocurrió el pasado uno de agosto en Enfield Memorial Park de Adelaide en Australia. Este insólito caso recuerda al de una familia de Italia que organizó el funeral de un pariente y luego lo ven tomando el desayuno en el hospital.
Más de 100 personas iban a despedir a la madre de Jager, Margaret Locke de 73 años, cuando Dianne se percató que el cuerpo que había no era el de su madre exclamó: "¡Esa no es mi madre!" Inmediatamente se dirigió al director de la funeraria para pedirle explicaciones. Así lo publica Daily Mail.
Dianne De Jager mantuvo un fuerte enfrentamiento con el director de la funeraria porque este no creía en lo que ella le estaba diciendo. En la confrontación la mujer le sacó al encargado una foto de su difunta madre para convencerlo de que el cuerpo que había en el funeral no era el de su madre. "Dije: 'En la sexta vez, esta es mi maldita madre, sé cómo es mi maldita madre' y luego tomé mi teléfono y subí la foto... y mostré a él", así cuenta Dianne cómo discutió con el director. "Acerqué la cara y la puse junto a la dama en ese ataúd y dije: 'Esa no es mi madre'".
Más tarde el director de la funeraria se disculpó con Dianne, pero le pidió que continuaran con el funeral a pesar de estar presente el cuerpo equivocado. La empresa funeraria explicó en un comunicado que compensarían su "error". "Siempre nos hemos esforzado por brindar funerales hermosos y respetuosos que ofrezcan un tributo duradero, pero en este no cumplimos con nuestros altos estándares". Además, la empresa reconoce "la angustia que hemos causado a la familia por nuestro error y nos disculpamos sinceramente con ellos".
"Nuestro error fue identificado justo antes del comienzo del servicio. Debido a la distancia entre nuestra funeraria y la ubicación del servicio, junto con la cantidad de personas que asistieron, se tomó la decisión de continuar con el servicio según lo planeado en lugar de posponerlo". "Esta decisión se tomó bajo el estrés de la situación y, después de reflexionar, deberíamos haber buscado un resultado diferente", así se explica la funeraria tras cometer el "error".