Sin lugar a dudas, Rosalía es una de las artistas del momento. Todas las canciones y discos que publica se convierten en éxito a nivel mundial. Gracias a su último trabajo discográfico, la catalana está recorriendo España con su gira 'Motomami World Tour'. Almería fue la primera ciudad que disfrutó del estreno de este tour con el que la interprete pasará por todo el mundo. Después, le siguieron otras ciudades españolas como Sevilla, Granada y Fuengirola. Precisamente, en Granada fue donde Rosalía protagonizó un divertido momento en una de sus actuaciones sobre el escenario.
Ataviada con un vestido blanco, unas botas altas de color azul y dos largas trenzas peinadas con extensiones, la cantante puso a mover las caderas a todos sus seguidores granadinos. Justo en uno de los momentos del concierto, Rosalía cogió unas tijeras y se sentó en una silla de peluquería que apareció sobre el escenario. Entre canción y canción y mientras la cámara le enfocaba, la cantante no lo dudó y se cortó las dos extensiones que tenía trenzadas a su pelo.
Sin embargo, por fallos del directo la cantante de 'Di mi nombre' cortó un poco más de lo debido. Ninguno de sus seguidores se dio cuenta si no fuese porque ella misma confesó el error capilar que había cometido de forma jocosa.
"Me acabo de cortar mi pelo de verdad", decía la artista ante todos los espectadores mientras se desenredaba el cabello que seguía enlazado tras cortar las trenzas. Con una sonrisa, Rosalía se tocaba su pelo y se cercioraba de su fallo: "Tengo un lado más corto que el otro, me lo he cortado de verdad".
Al ver que en ese momento el corte de pelo no tenía solución, la cantante le quitaba hierro al asunto mientras se sentaba en el piano para tocar su canción 'HENTAI'. "Bueno, mira... me he hecho las puntas. Un día menos de peluquería".
Justo después, Rosalía tocaba los primeros acordes de su polémica canción y el público gritaba entusiasmado olvidando así el error capilar de la barcelonesa.
Después de este susto, Rosalía controló con soltura el escenario, que compartió con ocho bailarines, algunos dignos de competir en los Juegos Olímpicos. Antes de recorrer otras otras ciudades españolas como Madrid, Barcelona o Valencia, además de varios países a uno y otro lado del Atlántico hasta su final el próximo mes de diciembre en París, la arista dejaba a su público de Granada con la boca abierta por su concierto.
La conclusión es que Rosalía engancha, tiene un público fiel aunque haya problemas capilares, baila lo que le echen, controla el escenario como si fuera el patio de su casa y exhibe una naturalidad mezclada con sofisticación que atrae a todo tipo de espectador y seguidor.