Zahara presenta 'Puta': "El maltrato psicológico te anula absolutamente como persona, dejas de quererte"

  • 'Merichane' (que significa 'la puta del pueblo' y se lo llamaban a ella) fue el adelanto de un disco que rompe tabúes y habla (canta) de temas a los que muchas mujeres aún les cuesta exponerse

  • Charlamos con Zahara sobre algunos de los temas que toca en 'Puta', desde la masturbación o el bullying, hasta el maltrato y el cuidado de la salud mental

  • La 'Puta Gira' arrancará en junio en Madrid tras la cancelación de su gira 2020 por la pandemia y gracias al apoyo de Vibra Mahou

La cantante Zahara (Úbeda, 37 años) publica su quinto disco de estudio, 'Puta', con más expectación que nunca. 'Merichane', el primer single, nos dejó en shock por todos los tabúes que se atrevía a tocar, y los demás adelantos no se han quedado atrás. Zahara se abre en canal en este álbum lleno de experiencias personales, y que supone también un cambio radical en sonido respecto a los anteriores, arriesgándose tanto al exponerse como al plantear puntos que para algunos resultarán incómodos, pero que a su vez pueden ayudar a muchos de sus oyentes. 'Puta' no es un disco cualquiera, y esto no podía ser una entrevista cualquiera, así que en Yasss la hemos organizado con una estructura por capítulos para poder digerir bien los temas que se tratan y el discurso tan potente que tiene. Reservad unos minutos, porque os aseguramos que merece la pena.

Capítulo 1: Airear las heridas

Acojona contarle a otra persona todo aquello que guardas bajo llave. Los horrores que has vivido, las bestialidades que te han hecho, o las que tú también has hecho. Sientes, además, que tú tienes el poder si las escondes en un sitio muy secreto. Porque por nada del mundo quieres ser reducida a “una víctima”, ni tampoco que infravaloren tu dolor, o que lo usen contra ti. Pero un día, por fin, te armas de valor para contárselo a alguien, por fin consigues confiar lo suficiente en una persona para desnudarte de verdad... y esa persona acaba dándole la razón a tus rayadas paranoicas. Porque acaba haciendo exactamente lo que más temías. Te hiere.

Pero el tiempo pasa, y más adelante decides mostrarte como eres con alguien que, esta vez sí, es la persona indicada. Cuando eso ocurre, te das cuenta de que tú no tenías el poder; el poder lo tenían todas esas historias sobre ti, pero gracias a esas personas de confianza y (sobre todo) a ti misma, empiezas a recuperar ese poder. De alguna manera, Zahara ha hecho extensible ese “personas de confianza” a todos los oyentes de 'Puta', su último disco. Fuese concebido o no con esa intención, este disco ayudará a muchas personas que nos vemos reflejadas en él.

"Yo he gastado demasiada energía intentando hacer creer a todo el mundo que soy una tía flipante. Una tía que lo hace todo bien, que su vida le ha ido bien, cuando no es verdad. No soy así”, arranca. “Recuerdo hasta estas cosas de que viene una amiga y te dice “tía, ¡cómo tienes tu cuarto!” y yo enseguida “nonono, es que no me ha dado tiempo...” y lo negaba”. Y es que es muy difícil dejar de agarrarte a la negación. “Salir de ahí, ¡buah! Cuesta muchísimo aceptar las cosas negativas porque nos exigimos ser perfectos en todas las facetas, y cuando alguien las descubre, tenemos que negarlas. Pues yo las voy a airear”. Todo esto se traduce en versos en los que hay belleza, pero para los que quizás “bonitos” no sea el mejor adjetivo: “En el disco hay belleza, y también mucha casquería, como dice mi padre. Pero un corazón es casquería y a la vez es bello, ¿no?”.

Capítulo 2: TCA (Trastornos de la Conducta Alimenticia) y Bullying

En 'Merichane', el single principal de esta nueva etapa artística de Zahara, ya se tocan muchos temas que se explorarán a lo largo de todo el disco, entre ellos los TCA (Trastornos de la Conducta Alimenticia) y el bullying o acoso escolar: "Yo ya era delgada, pero quería estar más delgada”, cuenta, “porque como no encajaba, pues... pensaba tendré que hacer más deporte, tendré que hacer abdominales después de comer a ver si me provoco el vómito natural, y si no pues me meto los dedos. Yo quería ser alta, yo quería ser delgada. Y yo quería ser malvada, y yo quería ponerle motes a los demás. Queremos ser otras personas y queremos serlo a toda costa. Porque lo peor, y de lo que no se habla tanto, es que no queremos ser “cualquier” persona. Queremos ser quienes nos destruyen", explica la cantante.

Queremos ser otras personas y queremos serlo a toda costa

En 'Sansa', otra canción de ‘Puta’, habla además del maltrato psicológico, y tiene dos versos que aquí vienen que ni pintados: “No soy mejor porque tú me humillaras” y “Lo que me ha hecho fuerte ha sido alejarme de ti”, porque van totalmente en contra de ese discurso de afirmar que gracias al bullying somos más fuertes o mejores personas. Y así lo cuenta ella misma: "cuando sufres bullying, lo que quieres es decir “con quién pago yo esto”. Cuando vives una situación de acoso, de insultos... eso, si no lo gestionas bien, lo que quieres es hacerlo con alguien con quien puedas. Mira, salvo a personas muy contadas, todo el mundo se metía conmigo, y yo tenía una amiga que era la única que consideraba ‘inferior’ para... no sé si es bullying, pero al menos poder mandarle, sentir la autoridad. Lo que vives lo repites. Hijos de familias donde ha habido maltrato acaban siendo maltratadores, no porque quieran, sino porque es lo que ven, es lo que viven, y acabamos proyectándolo. Personas que sufren abusos sexuales acaban teniendo relaciones muy complicadas con el sexo, algunas tienen adicción al sexo, otras repulsión... hay consecuencias”.

Capítulo 3: Romper con el tabú del suicidio

En 'Merichane' se habla de estar “en urgencias, acariciando el límite, necesitaba algo infalible”, y en 'Canción de muerte y salvación' se habla de “pastillas, de un cajón cerrado de tus padres”. Cuando le preguntamos por el suicidio y los pensamientos suicidas, la artista contesta sin rodeos: “Cuando era una niña... yo he querido dejar de existir. Yo contemplaba la idea del suicidio como algo que me gustaría que pasara de verdad, porque es que no veía que fuese a haber algún día mejor, ¿sabes? Llega un momento en que la vida no te interesa. Cuando eres joven todo es superconcreto y sucede en muy poco espacio de tiempo, no te imaginas el futuro, está muy lejos, tus padres son unos seres muy viejos, no te imaginas llegando a adulta... crees que no vas a salir de ahí. Además, yo no podía sentarme en la mesa con mis padres y decirles “os tengo que contar una cosa”, no sabía hacerlo. Y pensaba “igual si me tomo todas estas pastillas, cuando despierte no tendré más remedio que explicar lo que me pasa”. Esa necesidad de hacer algo muy gordo porque dentro no tienes las herramientas para gestionarlo y ni siquiera para expresarlo. Pero imagínate lo difícil que es... ver eso como LA opción... imagínate...”

Yo he querido dejar de existir cuando era niña

Somos muchos, y serán muchos los oyentes de su disco que podrán entenderla a la perfección. Que se han podido ver a sí mismos como algo malo, algo que no merece seguir vivo. "Si yo no hubiese tenido vergüenza cuando pensaba en ello, lo habría hablado", reconoce Zahara. "Lo habría hablado, y me habría ayudado alguien adulto, no habría estado yo sola enfrentándome a algo para lo que por entonces no tenía herramientas. Porque yo me odiaba, me odiaba a muerte”.

Saltamos en el tiempo para darnos cuenta de que ser más mayor no implica tener esas herramientas. “Yo sentía como si tuviese doble personalidad, como que un ser oscuro, esa mancha negra que nombro en la canción, estaba dentro de mí... ¿y cómo iba yo a poder relacionarme con la gente si en cualquier momento podía aparecer esa mancha?”, cuenta. “Cuesta, como la necesidad de ocultarlo... al fin y al cabo es ocultar esa parte de ti que, puede ser oscura, pero no es que seas malvada, es que es parte de ti. Es como los pelos de dentro de la nariz, no es tu parte favorita del cuerpo, pero son tuyos. Ay, mis metáforas, de verdad...”, explica con una nota de humor.

Capítulo 4: Maltrato psicológico

“De todos los hombres que me han maltratado, tú, que no me has tocado, has sido el que me ha destrozado”, canta Zahara en 'Sansa', una canción centrada en el maltrato psicológico, ahora de plena actualidad por la docuserie 'Rocío: contar la verdad para seguir viva' protagonizada por Rocío Carrasco. Sobre esto, Zahara explica que ha estado en dos relaciones donde ha habido maltrato, en una psicológico, y en otra psicológico y físico. “Y parece que el único al que la gente hace caso es al físico”, explica.

"Sí, no me ha pegado", continúa, "pero me ha anulado absolutamente como persona. He dejado de componer, he dejado de salir a la calle, de vestirme como me gusta, de tener amigos, de quererme, me siento la persona más insegura de la tierra. Quizás no tienes un moratón en el brazo, pero tienes un moratón de por vida en tu sentir y en tu ser. Imagínate depositar todas esas inseguridades en alguien, y que ese alguien coja y use todo ese poder que tiene para destruirte. Y lo consigue, claro. No sé, me parecía que esto se merecía una canción. Porque además en mi caso puedo compararlo”.

Capítulo 5: Aprender a querer, aprender a follar

Por una entrevista anterior, sabemos que Brenda, de 'Six Feet Under', es el personaje favorito de Zahara. No podemos evitar preguntarnos si es casualidad que Brenda y 'Puta' nos hayan podido llevar a lugares parecidos: “No es nada friki. Es que Brenda era yo. Me flipó ver por primera vez en una serie o una peli a un personaje que era yo", exclama.

“Yo recuerdo un momento de mi vida en que tenía relaciones sexuales sin saber muy bien por qué, y bueno, por entonces yo tenía pareja... y lo único que sabía es que ese contacto físico que estaba teniendo con otra gente no venía derivado por algo de mi relación, y no sabía cómo explicarlo. Sabía que era algo retorcido y equivocado, y sabía que había algo que estaba roto en mi cabeza. Pero a la vez era como si tuviese sentido. Pensaba que nunca nadie me iba a entender, que nunca se lo podría decir a nadie. Que iban a pensar que soy una puta, que no tengo respeto por nadie... sin saber que tengo un problema, un problema que no sé cómo gestionar, pero que es un problema mío, no de mis relaciones", reconoce la cantante.

Si tus primeras relaciones son no consentidas, tu relación con el sexo en el futuro va a ser muy complicada

Disfrutar del sexo no es lo mismo que tener un orgasmo: “Cuando en 'Merichane' digo “dejándole las bragas usadas en el armario, jodiéndole la vida a un extraño”, solo estoy hablando de lo que hacía Brenda. Es lo mismo. ¿Por qué haces eso? Pues porque intento replicar lo que me ha sucedido de la única manera que sé. Si el primer contacto que tienes con el sexo es malo, si tus primeras relaciones son no consentidas, tu relación con el sexo en el futuro va a ser muy complicada". En el vídeo que encabeza este reportaje puedes ver a Zahara hablando sobre este tema con más calma.

Y, por supuesto, querer a otra persona se hace también muy complicado. En 'Ramona', Zahara habla de despedirse de un hogar y darse cuenta de que realmente nunca sintió como suyo, y en 'Flotante' pide un perdón por haber querido “como solo se quiere a un esclavo”, por poner unas expectativas tremendas a todo hombre que entra en su vida, y especialmente a quienes sí le han querido mejor. "Pido perdón, como de forma ancestral, a todos los hombres a los que he querido mal, y que casualmente son los que mejor me han querido a mí. Pero yo no he sabido quererlos, porque siempre esperaba que pasara algo que no sucedía", lamenta.

"Una relación es algo muy difícil, lo he hablado muchas veces con mi psicóloga... eres el fantasma de tus exs, y la otra persona viene también con sus fantasmas y sus montañas de mierda. Tienes que conocerte y aceptarte a ti misma primero. Y yo esto siempre pensaba que era una tontería, pero no... ¡es que si no, no puedes! ¡Es que es así!”, comenta Zahara.

Capítulo 6: La música como refugio, la música como afecto

“Toda mi vida la música ha sido el faro y el refugio. Ha sido el lugar donde he podido esconderme y a la vez donde he podido multiplicarme”. Y este disco puede servir de refugio y comprensión, y en cierto sentido de terapia, para muchas personas. “A mí me habría venido muy bien escuchar una 'Canción de muerte y salvación' con doce años. Muchas veces no hace falta que cuenten nuestra historia exacta, sino conectar emocionalmente, y en ese sentido, cuando descubrí a Alanis Morissette me cambió la vida, encontré una manera de hacer música distinta, no como se suponía que tenían que cantar las chicas. A día de hoy ellas son Lorde, St. Vincent, Tove Lo, obviamente Taylor, uf, y Lana del Rey... cuando escucho 'Hope is a dangerous thing for a woman like me to have' es como “me cago en mi vida”, ¡es que esa frase soy yo casi cada día de mi vida!”.

Aunque, nada más empezar este disco, Zahara dice “odié aquello que más amaba solo porque no era capaz de hacerlo”, la artista nunca ha llegado a odiar la música. “No me ha fallado, el problema fue que en el confinamiento yo le estaba fallando a ella. Sentía que la odiaba, pero como cuando sientes que odias a alguien a quien amas porque no puede estar contigo, esa cosa visceral. El ver a la gente compartiendo directos, canciones, etc., solo hacía que la odiara más: ¿por qué ellos? La música era mi novia y se estaba follando a todo el mundo en mi puta cara. ¡Y encima me lo restriega la tía! (ríe) Sentía una deslealtad brutal, pero en realidad no era ella, era yo. El faro seguía ahí, era yo la que no estaba mirando en la dirección correcta”.

Y entonces apareció Taylor Swift en el salón de Zahara. Viendo 'Miss Americana', cuenta que la estadounidense prácticamente salió de la tele, y le dijo que espabilara: “Por mucho que me hubieran hablado de ello o que incluso lo intuyera, fue ver a esta mujer decirlo y ser entonces consciente de que tenía síndrome de abstinencia: era una yonki del aplauso de la gente. Cuando dejan de quererme o de aplaudirme, no me queda nada. Porque no tengo recursos para enfrentarme a mí misma. Porque no me soporto. No me quiero, no me... no me he querido nunca”.

Taylor es el click para levantarse, pero, ¿es lo que hace que decida contar todo esto para dejar de arrastrarlo siempre? ¿Es Taylor? ¿Es el confinamiento? ¿Es ser madre? ¿O es la terapia? “No sé si sin haber sido madre habría llegado a este disco. No sé si sin el confinamiento habría llegado a este disco. Sé que sin mi terapeuta no hubiese llegado a este disco. Eso sí que lo sé. Con mi terapeuta llevaba un año cuando empezó el confinamiento, y menos mal, porque no quiero imaginar si no... también es verdad que ya llevaba un tiempo desenterrando fantasmas con ella. Creo que ir a terapia debería ser algo que formara parte de nuestra asistencia sanitaria pública y desde temprana edad, que nos ayudara a gestionar nuestras cosas desde muy pequeños”.

Capítulo 7: Puta vs. Madre

“Parece que una madre tiene que ser buena siempre, estar ahí siempre, aguantar incluso que su hijo le pegue, porque es madre”, explica Zahara, recordando inevitablemente al juicio de “mala madre” que hemos visto estos días hacia Rocío Carrasco.

“Hay una frase que siempre he oído a hombres machistas, y es: todas las mujeres son unas putas, menos mi madre. Porque desde luego las putas no pueden ser madres, y las madres no pueden ser putas. Una madre tiene que ser buenísima persona, pero una puta nunca puede ser una buena persona. Porque cuando te llamo ‘puta’ como insulto ya te coloco en un lugar de inferioridad y de rechazo, en un lugar donde nunca pondrías a una madre”.

Por todo esto, Zahara ha decidido nombrar 'Madre' a la “cara B” de 'Puta', el disco extra donde podemos encontrar demos, rarezas e incluso la primera canción que escribió en su vida. “Yo con mi hijo aprendo mucho, aprendo de mí misma, pero no sé nunca si lo estoy haciendo bien. Intento no repetir errores, pero seguramente haré otros nuevos... igual el pobre cuando tenga 16 años tendrá que ir al psicólogo por otras cosas, porque su madre contó su vida en un disco”.

Capítulo 8: Del fanatismo a la cancelación

Todo lo que hemos ido hablando de intentar ser perfectos recuerda a ese concepto de “ser de luz”, y a que pasamos de adorar e idealizar o odiar o cancelar en menos de un segundo. Zahara cuenta lo que le repele esa polarización: “la vida está llena de matices, y mi propia opinión... todo esto que he dicho hoy, ni siquiera es así exactamente. Si ni siquiera lo que acabo de decir es como lo acabo de decir, ¿qué es en realidad todo? Para mí la vida son conversaciones, es aprendizaje, es ensayo y error, y si solo nos podemos expresar cuando estamos 100% seguros de que lo que decimos es correcto, entonces nunca nos vamos a expresar. Y vivir con miedo a que alguien nos rechace porque decimos algo que no es lo que se espera de nosotros, es un temor que no es vida, no tiene mucho sentido. Vivimos además un momento en que todo es tan inmediato, tenemos que hacernos una opinión de todo y de todos de forma superinmediata. Y si alguien dice algo que nos gusta es un dios, y si no, esa misma persona es una mierda de persona. Creo que la vida es mucho más compleja, y que vivir en la polarización y en el amor/odio, el blanco/negro no lleva a nada salvo a tomar decisiones erróneas y a equivocarnos continuamente. No podemos amar y odiar con tanta rapidez, y quizás no debemos ni amar tanto ni odiar tanto”.

No puedo, no puedo vivir con miedo a una tontería, a hacer una broma, a expresarme a mí manera

Todo el mundo tiene derecho a revisar sus propias palabras, a equivocarse mucho, y a disculparse y a cambiar”. Es imposible hablar de todo esto sin recordar su marcha de Twitter: “¡Llegué a tener miedo hasta de poner un comentario sobre un árbol de Navidad! Era de un hospital, y estaban las luces tiradas tan mal que estuve a punto de poner “¿pero esta persona ama u odia la Navidad?”. Y pensé en que lo acabaría viendo el que había puesto las luces y diría: “pues es que no tenemos presupuesto, ¡me gustaría ver las luces de tu casa!”. Y ahí dije... ehhhh, no (ríe) No puedo, no puedo vivir con miedo a una tontería, a hacer una broma, a expresarme de esta manera. Y como no lo sé gestionar, pues me piro. Cada vez que oigo cosas que suceden en Twitter son negativas. Se pasa a ese punto de “esta persona ha dicho esto que no me cuadra, cancelado”. Y también pienso: ¿cómo que “no te cuadra”? Yo prefiero rodearme de gente con la que opino distinto, creo que eso enriquece tu discurso, ¿no? Muchas veces porque voy a defender con más pasión lo que pienso, y otras porque voy a cuestionarme ese pensamiento que tengo en mi cabeza que digo “esto es inamovible” y, hostia, resulta que igual sí que se puede mover”.