El toro de Osborne se queda en Japón

Pusieron mimo y dedicación al proyecto. Trabajadores japoneses dando vida a la idea del artista Santiago Sierra. Llevar la mítica silueta del toro de Osborne a este bosque de hayas en Matsunoyama, al norte de Japón. En Julio, montaron al gigante de acero con técnicas antisísmicas para resistir un terremoto o una avalancha de nieve, porque esta es zona de deportes de invierno. El día de la inauguración fue muy ceremonial. El día en el que el toro, de 10 metros, algo más pequeño que sus hermanos españoles, se convirtió en una pieza más de la impresionante Echigo- Tsumari, la muestra de arte contemporáneo al aire libre más importante del mundo. Casi 550 mil personas de todo el mundo se han acercado a la pieza. Después de 3 meses cerca del toro los habitantes de la zona se han encariñado con él y han decidido que lo quieren ahí para siempre. Por eso, el toro nipón pasa a ser parte de la colección permanente de la muestra Echigo-Tsumari.