La España vacía existe: cinco pueblos abandonados de Madrid que lo demuestran
El éxodo rural vació decenas de pueblos en toda España durante las décadas de los 60 y 70 del siglo XX
Solo en la Comunidad de Madrid existen varios ejemplos de pueblos abandonados: repasamos lo cinco más característicos
La población en España ha experimentado grandes movimientos migratorios durante las últimas décadas, desembocando en la proliferación de muchos pueblos abandonados. Desde el éxodo rural que se produjo a partir de la década de los 50 del siglo pasado y que llenó de nuevos habitantes procedentes de pequeños pueblos las capitales de provincia del país, pasando por el flujo cada vez mayor de jóvenes que, sobre todo a partir del siglo XX han sido atraídos por grandes ciudades como Madrid o Barcelona para poder desarrollar sus carreras en los únicos núcleos que ofrecían posibilidades de trabajar ‘de lo suyo’, sin olvidar la migración hacia otros países provocada por la crisis o el incipiente éxodo urbano, que lleva a muchas familias con formación universitaria a volver a los orígenes y ocupar pequeños pueblos abandonados en España, en busca de una mayor calidad de vida.
En un resumen muy esquemático, se podría decir que los padres de la generación millennialdecidieron abandonar sus zonas rurales de origen para trabajar en núcleos urbanos mayores, y que sus hijos se han sentido atraídos, a su vez, por ciudades como Barcelona o Madrid.
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De ahí la superpoblación y crecimiento exponencial de estos grandes núcleos, la despoblación de muchas ciudades de tamaño medio y el vacío de infinidad de pueblos, que ahora vuelven a atraer nuestra atención. Sobre todo, y especialmente, por parte de aquellos que han vivido las incomodidades y la ‘desnaturalización’ que puede llegar a suponer vivir en una gran ciudad.
Con todo, esa nueva percepción de la vida rural no ha calado aún lo bastante entre nosotros como para volver a ocupar aquellas zonas que llevan décadas abandonadas o prácticamente despobladas. Tan sólo en la Comunidad de Madrid podemos encontrarnos con cinco pueblos abandonados que serían el escenario perfecto para una repoblación joven que dé una nueva vida a estos espacios. En este reportaje de El Viajero Fisgón encontramos referencias sobre los más llamativos pueblos abandonados de Madrid.
Navalquejigo
Se trata de un pueblo perteneciente al municipio de El Escorial que se encuentra oficialmente desocupado, aunque durante distintos periodos (y en la actualidad) ha contado con población procedente de movimientos okupas que iniciaron labores de reconstrucción y rehabilitación de espacios. Éstos fueron desalojados en 2007, aunque poco más de un año después se decidió dejar sin efecto la orden de desalojo, por lo que pudieron volver a habitar el pueblo. A finales de los 80 del siglo pasado se produjo su total despoblación (durante un tiempo tan solo vivía allí una persona), y el cercano pueblo de Los Arroyos atrajo a gran parte de su población. Se trata de uno de los más llamativos pueblos abandonados de España.
Fresno de Torote
Este pueblo está situado cerca de Alcalá de Henares y de Torreón de Ardoz y se encuentra completamente abandonado. Su mayor éxodo se produjo en las décadas de lo 60 y 70 del siglo XX, como en tantos otras zonas rurales de nuestro país. El vecino pueblo de Serafines atrajo a gran parte de su población, lo que nos muestra que, como en el caso anterior, también las zonas rurales huyeron de la atomización y se reordenaron para crear núcleos de mayor tamaño, con el consecuente abandono de otros.
El Alamín
Este pueblo pertenece al municipio de Villa del Prado y cuenta con alrededor de 40 casas completamente abandonadas que fueron adquiridas por una empresa dedicada al alojamiento rural con el fin de rehabilitarlas y darles uso. Sobre este pueblo se dice que en él se producen fenómenos paranormales, y no pocos visitantes acuden a él en busca de este tipo de experiencias aunque, al tratarse de una propiedad privada, para hacerlo deben burlar las medidas de seguridad. De él se conserva, además de las viviendas, un convento, una iglesia y un bar.
Las Bellidas
Este pueblo ubicado en el municipio de Piñuécar, cercano al Valle de Lozoya, se encuentra abandonado desde 1936, cuando solo quedaba una persona viviendo en él. Casas derruidas y algunos muros es todo lo que queda de este espacio, que cuenta con todos los elementos del prototipo absoluto de pueblo abandonado: la vegetación se ha convertido en la protagonista y ha ganado terreno a sus construcciones, creando un paisaje rural que atrae a muchos visitantes en busca de un espacio de completo abandono en el sentido más romántico de la palabra.
Polvoranca
Se trata de una aldea situada entre las localidades de Leganés, Alcorcón y Fuenlabrada, que estuvo habitada hasta el siglo XIX. Actualmente su superficie pertenece al Parque de Polvoranca, y su elemento más destacable es la Iglesia de San Pedro Apóstol, un espacio que, a pesar de su valor histórico, se encuentra deteriorado por el abandono y el paso del tiempo. Este pueblo comenzó a perder habitantes debido a las enfermedades derivadas de la cercanía de varios ríos y a su climatología adversa. A la vez, los núcleos de Leganés y Fuenlabrada atrajeron a su población, generándose un éxodo que, al contrario que en el resto de casos, se produjo de forma paulatina entre los siglos XVIII y XIX.