Todo listo para el entierro de Raffaella Carrà: un sencillo féretro de madera sin barnizar y un funeral de 3 días

  • El cortejo fúnebre partirá desde la casa de la artista para llegar al Auditorio Rai del Foro Itálico

  • El viernes a las 12 horas se celebrará el funeral en la Basílica de Santa María en Aracoeli y la incineración.

  • Raffaella Carrà tendrá un entierro con paradas en los puntos clave de su carrera y dos días de despedida

Raffaella Carrà tendrá una despedida de cine. De leyenda, de artista. El cortejo fúnebre partirá este miércoles 7 de julio a las 16 horas desde la casa de la artista para llegar al Auditorio Rai del Foro Itálico, en via Teulada, al Teatro delle Vittorie. Desde allí se dirigirá al Ayuntamiento de Roma, donde estará la capilla ardiente abierta el miércoles y el jueves para que cualquiera que lo desee pueda despedirse.

Durante el recorrido, el coche hará algunas paradas en sitios clave de su carrera como la sede de la Radio Televisión Italiana (RAI) o el teatro de las Victorias. Finalmente, el viernes a las 12 horas se celebrará el funeral en la Basílica de Santa María en Aracoeli y la incineración.

"Raffaella nos ha dejado. Se ha ido a un mundo mejor, donde su humanidad, su inconfundible risa y su extraordinario talento brillarán para siempre", se despidió su ex, Sergio Japino, quien dio la noticia en los medios italianos. Un "devastador cáncer de pulmón", la misma enfermedad que se llevó a su madre, Iris Dellutri, en 1987, parece ser la causa de la muerte de la diva que hizo la vida más agradable a todos.

Ahora, fans, amigos, familiares y compañeros de profesión lloran su pérdida, pero la cantante siempre comentó que, cuando falleciera, quería que todo el mundo bailase, tal y como aseguró Rappel este miércoles en El programa del verano. Y no ha querido que nadie la recuerde en sus peores momentos. La diva italiana pasó tanto tiempo en nuestro país que muchos ya la consideraban una hija adoptiva algo que ella también creía ser por su amor a España. Su llegada a nuestro país a mediados de los 70, fue un auténtico soplo de aire fresco en una sociedad todavía coartada y en blanco y negro. La Carrá caló tanto en el corazón de los espectadores que pronto se convirtió en una de las presentadoras más importantes de la televisión. Un torbellino italiano que aquí siempre se sintió como en casa.

Entre sus últimas voluntades, la cantante quiso cerrar todos los detalles de su funeral. "Había pedido un simple ataúd de madera al natural y una urna para contener sus cenizas", explicó Sergio Japino. Simple y sin divismo, como ella se mostró en vida. Raffaella Carrà descansará en un sencillo féretro de madera sin barnizar hasta que sea incinerada, como ella deseó.