El espacio no deja de sorprendernos y cada cierto tiempo aparecen nuevos hallazgos que revuelven a la comunidad científica y a la ciudadanía. Es el caso de Oumuamua, un asteroide o cometa que fue avistado por primera vez en octubre de 2017 y que dejó de estar al alcance de los telescopios que seguían su trayectoria tres días después. ¿Qué es Oumuamua y qué hemos sabido de este asteroide desde entonces?
Los primeros en observar este objeto espacial (y en darle su nombre) fueron los astrónomos del sistema de sondeo continuo Pan STARRS, de la Universidad de Hawái. Observaron que medía 400 metros de largo, que su ancho era diez veces menor y que su superficie era rojiza. También que rotaba con rapidez y que su trayectoria parecía caótica. Además, su brillo cambiaba de forma abrupta. En definitiva, todos los ingredientes para convertirse en un objeto misterioso.
Su nombre, Oumuamua, significa "mensajero de lejos que llega primero" en hawaiano, y aún no está claro si se trata de un asteroide o de un cometa. La opción preferida es la segunda, según indicó en su día David Farnochhia, miembro del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, y es posible que lo caótico de su trayectoria esté relacionado con los gases que e generan en su superficie. Sin embargo, no se detectó en él la cola que suelen generar los cometas. También se teoriza que su rápido y extraño movimiento tenga que ver con un fuerte impacto con otro objeto.
Poco después se habló también de la posibilidad de que Oumuamua surgiera como fruto de un proceso natural aún desconocido en el espacio interestelar o en discos proto-planetarios, e incluso se ha llegado a especular con la idea de que se trate de una sonda de origen artificial, enviada para acercarse a las proximidades de la Tierra para su observación.
Pero quizás lo más característico y novedoso de este objeto es que se trata del primero originado fuera del Sistema Solar y descubierto dentro de éste. De momento, su naturaleza y origen siguen siendo un misterio par la ciencia.