Katalin Karikó, Drew Weissman, Ugur Sahin, Özlem Türeci, Derrick Rossi, Sarah Gilbert y Philip Felgner han sido los siete científicos que se han llevado el más sonoro y sentido aplauso del Teatro Campoamor durante la entrega de los Premios Princesa de Asturias. Galardonados con el Premio de Investigación Científica y Técnica, el homenaje, que ha puesto a todos en pie, les llega por su tremenda contribución al desarrollo de algunas de las vacunas contra la covid-19; unas vacunas que han permitido que hoy la situación epidemiológica sea mucho más favorable, permitiendo, de hecho, la celebración del acto con la presencia de todos ellos.
Su trabajo y su esfuerzo, --como ha reconocido el gran aplauso--, ha posibilitado que en un tiempo récord tengamos una vacuna contra el coronavirus; un hito en la ciencia. Si el año pasado el homenaje iba para los sanitarios, hoy ha sido para ellos, protagonistas sin duda de uno de los grandes momentos de estos Premios Princesa de Asturias. Nunca antes en la historia de la Ciencia se había conseguido desarrollar tan rápido una vacuna contra una enfermedad como la covid.
La bioquímica húngara Katalin Karikó, tomando la palabra entre los galardonados, ha asegurado que los "increíbles riesgos" que el personal sanitario asumió en los momentos más duros de la pandemia fueron su inspiración para "trabajar más duramente y actuar para desarrollar vacunas que salvan vidas".
La investigadora ha hablado en nombre suyo y de los científicos con los que comparte el galardón, afirmando que son conscientes del trabajo que los sanitarios tuvieron que hacer, "algunos haciendo el sacrificio supremo para ayudar a otros".
Después de los momentos más duros de la pandemia, para los investigadores "es un gran alivio" saber que las vacunas "ya han protegido con éxito a millones de personas" de los graves efectos de la covid, ha dicho.
Además, Karikó ha destacado que los distinguidos con este galardón son "solo representantes de los cientos de científicos, médicos y expertos" que, durante las últimas décadas han ayudado a sentar las bases de su trabajo.
"El camino de los descubrimientos científicos nunca sigue una línea recta, tiene giros y vueltas en cada coyuntura y requiere esfuerzos de colaboración internacional y la contribución de muchos científicos", ha subrayado.
Respecto su labor en la obtención de las diferentes vacunas contra el SARS-CoV-2, ha apuntado que los investigadores llevan años trabajando en tecnologías que "a algunos les parecían poco convencionales y casi de ciencia ficción". Lo hacían, ha añadido, compartiendo la "inmensa creencia" de que, si su trabajo podía mejorar la vida de "al menos una persona", habría sido "un éxito".
Así,o ha explicado que las posibilidades de las tecnologías "son infinitas".
"Ya estamos investigando formas de prevenir el VIH, la malaria, de reducir el cáncer y tratar muchas otras enfermedades", ha asegurado Karikó.
Por todo ello, lanza un mensaje a los más jóvenes: "Mantened la curiosidad, haceos preguntas y mantened el rumbo sin importar cuán sinuoso pueda ser el camino por delante".