Plácido Domingo debutó como director de orquesta en el Teatro Bolshói de Moscú el pasado mes de octubre y ahora vuelve a ponerse a la batuta en ese mismo lugar, con La Bohème. También contarán con él como barítono estos días en Don Carlos y La Traviata.
Plácido Domingo, de 80 años (1941), tiene en Rusia un público incondicional pese a los escándalos sexuales, que le tienen vetado en muchos escenarios del mundo.
El director artístico del Palau de Les Arts de València, Jesús Iglesias Noriega ha afirmado que "ha habido ningún cambio" respecto a la decisión tomada hace un año de la institución de desvincularse del tenor y de quitarle su nombre al Centre del Perfeccionament.
Preguntado en la presentación de 'L'isola disabitata' si Les Arts volverá a contar con Plácido Domingo, Noriega ha recordado que la decisión la adoptó el Patronato y corresponde a este órgano acordar si hay algún cambio. "No ha habido ningún cambio en la decisión tomada. No depende de mí, el Patronato tomó una decisión y depende de él", ha señalado.
El 27 de febrero del año pasado la Comisión Ejecutiva --órgano de gestión y administración del Patronato del Palau de Les Arts de València-- decidió cambiar la denominación del Centro de Perfeccionamiento de la institución, que hasta entonces llevaba el nombre del cantante y director Plácido Domingo.
De este modo, a partir de entonces, el espacio formativo de excelencia internacional se llamó Centro de Perfeccionamiento Palau de Les Arts. La resolución se adoptó en una reunión tras las acusaciones de acoso sexual al artista, que el tenor ya negó.
Además, desde Les Arts incidieron en que no tenían ya "ninguna relación contractual" con el tenor y determinó desistir en posibles relaciones contractuales futuras". Tampoco se contará con el tenor, añadían, en las tareas que se ejerzan desde el Consejo de Mecenazgo.
El tenor José Manuel Zapata, que publicó el pasado enero 'Música para la vida' (Planeta), ha reivindicado la trayectoria artística de Plácido Domingo, a quien considera de su trato en los teatros "un caballero y un señor" y al que no puede "renunciar a seguir escuchando".
"Conozco a Plácido Domingo y lo que he vivido en los teatros es un trato extraordinario. Pero no he estado ni he visto su intimidad. Me sabe mal que su trascendencia artística se pierda por todos los problemas peronasles que ha tenido este año y han salido a la luz", ha apuntado en una entrevista con Europa Press el tenor.
De hecho, Zapata ha retomado el debate sobre la diferencia entre el artista y la persona. "Si nos atuviesemos a eso, no escucharíamos jamás una ópera de Wagner, que era antisemita. O si uno conoce la vida privada de Picasso, probablemente no se pondría jamás delante de un cuadro suyo: la trascendencia artística de un genio tiene que estar separada de su vida privada", ha añadido.
"Yo quiero seguir escuchando a Plácido Domingo porque es uno de los más grandes de la Historia. Si hay que pagar por lo que se ha hecho mal, que caiga sobre quien haga falta. Pero me quiero quedar con su dimensión como artista, no puedo renuciar a seguir escuchando a ese gran maestro", ha defendido.
Precisamente, en 'Música para la vida' el tenor aborda el machismo en la música clásica, recuperando el ejemplo de la Orquesta Filarmónica de Viena, que no aceptó la entrada de la primera mujer como miembro de la formación hasta 1997.
"El machismo en la música clásica está cambiando, pero vamos con un poquito de retraso. No hay una paridad, pero casi, aunque queda mucho camino: solo hay que mirar a las pocas directoras de orquesta, que están llegando tardísimo", ha lamentado.