Olga Smirnova, primera bailarina del Bolshói de Moscú, ha decidido abandonar el mítico ballet ruso, para unirse al ballet Holandés.
La bailarina criticó hace solo unos días la invasión de su país en Ucrania. Más allá de las palabras, ha decidido actuar y en señal de protesta ha decidido dejar la que ha sido su segunda casa, desde hace más de 10 años, cuando en 2011, y nada más graduarse, fue reclutada como solista en uno de los ballets más importantes y reconocidos del mundo.
Una decisión que hace mucho daño, desde la cultura, al presidente Vladimir Putin y sus planes de seguir adelante con la invasión. A sus 30 años, esta bailarina, nacida en San Petersburgo, pero cuyo abuelo es ucraniano, ha protagonizado uno de los mayores gestos dentro de Rusia contra la guerra de Ucrania.
Olga Smirnova ha expresado en un comunicado que nunca hubiera pensado que se avergonzaría de su país y que sí hay un antes y un después de la guerra.