El mundo del cine y la cultura conmemora el 132º aniversario de Charles Chaplin, el actor y director británico que en la década de los años 20 se convirtió en una estrella mundial gracias al personaje de Charlot al que dio vida en títulos como 'El Gran Dictador', 'Tiempos Modernos' o 'La Quimera del Oro'.
Poca gente sabe que Chaplin, antes de convertirse en el actor más aclamado del momento, se vio obligado a dormir en la calle en una época en la atravesaba complicados momentos familiares y en el que la fama todavía no había llegado a su vida.
Con su padre fallecido y su madre en un hospital psiquiátrico, Chaplin fue un hombre hecho así mismo que consiguió llegar hasta lo más alto en el mundo de la interpretación y la dirección cinematográfica. A lo largo de su carrera profesional participó en cientos de rodajes pero si hay un personaje que marcaría su vida para siempre ese sería sin duda Charlot.
Aunque ya era conocido en el mundo del cine, el actor británico alcanzaría el éxito mundial con la película 'La quimera del oro'. En este film el actor demuestra que la línea entre tragedia y comedia puede ser mucho más pequeña de lo que nos imaginamos.
Haciendo uso del humor como herramienta, la cinta muestra la vida de un hombre que viaja a Alaska para probar suerte en la busca de oro pero que, por el camino, se ve expuesto a innumerables situaciones de hambre, frío y penurias que Chaplin muestra de forma cómica.
Años después, cuando ya era un actor consagrado, el propio Chaplin afirmó que esta película es uno de los títulos por los que le gustaría ser recordado. El metraje de esta obra del cine mudo dejaría escenas que sin duda permanecen todavía en la retina de los aficionados al séptimo arte.
Charles Chaplin siempre fue un hombre comprometido con la libertad y los derechos de las personas. Una de sus apuestas más arriesgadas en el sentido de la crítica fue la cinta 'Tiempos Modernos'. En plena revolución industrial, este film estrenado en 1936 muestra de una manera extremadamente crítica pero también humorística, la deshumanización del hombre.
En la película, Chaplin interpreta a un obrero que pierde la cabeza como consecuencia de las duras condiciones de las interminables jornadas de trabajo a las que se ve sometido. Los cuatro actos de esta obra cinematográfica ilustran las diferentes facetas de un hombre que está comenzando a perder sus cualidades más humanas.
Tiempos Modernos es probablemente uno de los títulos de la filmografía de Chaplin que mejor han sobrevivido al paso del tiempo. Su crítica y su canto a la libertad contra la pobreza y la desigualdad siguen embelesando a sus seguidores que ven como, a día de hoy, esas mismas demandas pueden ser todavía aplicadas.
En esta línea de críticas a través del humor, Chaplin continúo demostrando su valentía a la hora de plantear discursos narrativos arriesgados llevando a la gran pantalla 'El Gran Dictador' en 1940, en pleno auge del nazismo.
Este filme fue uno de los títulos sonoros más destacados de un actor al que la historia recuerda esencialmente por sus películas mudas. En un momento determinado de la película, Chaplin en la piel de un dictador que quiere controlar el mundo con un aspecto es extremadamente similar al de Adolf Hitler, protagoniza uno de los discursos más recordados de la historia del cine.
La película fue sometida a censura en Alemania y fue una de las expresiones culturales que más potencia tuvieron en el momento para expresar rechazo al fascismo y al nazismo imperante en gran parte del mundo durante aquellos años.
Charles Chaplin, un tipo de apariencia simpática, es sin embargo mucho más que eso. Actor, director y productor, hizo del cine su modo de vida y, hasta el último momento permaneció fiel a sus ideales de libertad e igualdad.