Manel De Aguas, el activista transespecie que lleva implantadas unas aletas en la cabeza: "Me han discriminado al buscar trabajo"
Manel tiene 25 años y fue en 2018 cuando se hizo su primer implante ciborg, el "sentido geomagnético"
Desde que tiene las aletas se siente más conectado a los peces que antes, pero no por ello siente que sea un pez
Siempre ha contado con el apoyo de sus seres querido, pero sí que ha sido discriminado por sus aletas en determinadas ocasiones
Manel De Aguas tiene 25 años y desde 2020 tiene unas aletas implantadas en su cabeza; pero estas no fueron el primer implante ciborg que se hizo. Manel, que es artista, productor musical, cantante, performer y activista, se define a sí mismo como transespecie.
El joven catalán, se dio cuenta de que era transespecie "tras empezar a entender mis aletas como parte de mi identidad y sentir que no encajaba con la definición tradicional de ser humano", cuenta en una entrevista a Yasss. Pero… ¿Qué significa exactamente ser transespecie? Pues bien, "una persona transespecie es alguien que ha añadido a su cuerpo nuevos órganos o nuevos sentidos que no son tradicionalmente humanos o alguien que no se identifica 100% con la especie humana".
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Manel no se siente 100% humano y por eso se implantó unas aletas, es más, desde que las tiene se siente "más conectado a los peces que antes, pero eso no quiere decir que me sienta un pez". Por tener unas aletas en la cabeza, él no siente que pueda definirse como pez, pero sí que siente estar "explorando con mi identidad de especie y con eso rompiendo con la identidad humana que se me dio al nacer".
A priori, esto es algo que puede resultar chocante o complicado de entender para aquellas personas que nunca antes hayan conocido a alguien como Manel, sin embargo, él siempre ha contado con el apoyo de sus seres queridos, que "han sido testigos de mi proceso de transformación, así que siempre se ha vivido con naturalidad pues no ha sido un proceso con cambios del día a la mañana, sino que se ha ido dando de forma gradual".
Todo sobre su implante, las aletas
Manel se implantó estas aletas en 2020, pero a pesar de ello todavía "no están totalmente implantadas pero sí que entre la aleta y mi cráneo hay un implante que funciona como puente transmisor para recibir el sonido que las aletas emiten. Estos los hice en Tokyo en 2020 y son el segundo implante ciborg que me hice".
Así es, aunque a día de hoy solo lleva el implante de las aletas, en 2018, junto a Neil Harbisson y Moon Ribas en el Loom Festival de Barcelona, se implantó el "sentido geomagnético" detrás de la rodilla para detectar el norte geomagnético; sin embargo, tuvo que quitárselo debido a una reacción física.
El material del que están recubiertas las antenas es silicona, pero por dentro llevan múltiples "componentes electrónicos (sensor, batería y otros componentes) y materiales de impresión 3D para la caja que protege la electrónica". Estos materiales, además, no son muy baratos, costaron alrededor de 300€, aunque el precio de la intervención "subió a un poco más de 1.000€ contando con los pagos de la gente con la que trabajé o los implantes".
Sus aletas son únicas y sirven para escuchar la temperatura, humedad y presión atmosférica de su entorno; es más, tanto el diseño como la conceptualización son de Manel, que por ahora no ha compartido los planos de diseño para replicarlas. No obstante, espera poder perfeccionarlas para que puedan soportar todas las situaciones de su día a día y, entonces, "crear una versión que esté fija a mí y soporten todas las situaciones como lo hacen el resto de mis órganos corporales".
Su vida ha cambiado radicalmente
Las aletas forman parte de Manel y han hecho que su vida haya cambiado de manera radical desde que se las implantó, "tanto en el plano superficial, como la forma en la que me acuesto o visto, o en el plano más profundo, como la forma en la que me identifico o entiendo mi entorno".
Sin embargo, estas aletas con las que él tan bien se siente, han hecho que Manel se haya sentido discriminado sobre todo a la hora de buscar trabajo: "He sentido discriminación en situaciones de buscar trabajo, donde se me ha descartado o no dado la oportunidad de una entrevista por el hecho de tener unas aletas en la cabeza, o en el acceso en ciertos recintos, mayormente de carácter religioso".
Manel, no es el único individuo transespecie, como él, hay muchos que no se sienten 100% humanos y anima a todas aquellas personas a que "no tengan miedo de reconocer y explorar esa parte de su ser pues es totalmente lícita y tan solo muestra lo rica y diversa que puede ser la identidad".