Lola Índigo: "Estoy harta de que los bailarines trabajen gratis, hay que hacerse valer"

Mimi o Lola. Lola o Mimi. Parece fácil, pero no lo es. Es tan cercana que cuesta no tratarla como a una "colega" más. Tiene las ideas claras y sabe a dónde quiere llegar con su música. Dice que Daddy Yankee y J Balvin son sus colaboraciones soñadas y estoy seguro de que algún día lo conseguirá, pues desde que lanzara su pegadizo 'Yo ya no quiero na' o 'Mujer bruja', que a día de hoy un servidor las sigue perreando hasta abajo cuando la ponen en cualquier fiesta, la artista que se fue de Granada a China para ayudar a su familia y costearse sus estudios no ha parado de lanzar temazos y conseguir un éxito tras otro.

Ahora que está confinada en casa, como cualquier residente en España, dice que daría '4 besos' a su nuevo amigo de Miami, a Alba Reche, a Juan Montero y a Magí Torras, su representante. Pero, ¿qué balance hace de su trayectoria musical y del talento que le ha llevado a cantar con Don Patricio, Rauw Alejandro o Lalo Ebratt? ¿Qué piedras ha encontrado en el camino?

Con un sinfín de filtros de Instagram en la cara y desde su pisito en un lugar maravilloso de este mundo, se llevó a cabo esta entrevista de habitación a habitación y desde el perfil oficial de Instagram de Yasss:

Pregunta: ¿Cómo llevas la cuarentena?

Respuesta: Bien, intentando ocupar mis horas libres y haciendo mucha promo para aprovechar el tiempo. Es importante estar entretenida.

Tan entretenida como lo estuviste en China, seguro. Quiero que me hables de esa experiencia...

Me fui a China para conseguir un sueño. Fue una experiencia muy difícil y viví cosas muy chungas en lo legal, pero sobreviví y por eso estoy aquí. Se lo recomiendo a todo el mundo, así que si no encuentran trabajo en España que se vayan a China. Tuve que irme porque durante la crisis tenía que comer, pagar mis estudios y ayudar a mi familia. Era el sitio en el que me pagaban mejor, así que me fui.

Imagino que te hizo madurar. De hecho, hace poco el coreógrafo Rafa Méndez decía lo mucho que habías madurado porque cuando te conoció aún eras una niña.

Le doy toda la razón. Cuando entré en 'Fama' era una niñata sin experiencia, no había salido de mi pueblo, no tenía amigos bailarines... Todo me emocionaba en ese programa, por ejemplo. Las niñas de ahora que tienen 18 años son más maduras que yo, o eso creo. Por eso, China me sirvió para ser la mujer que soy ahora.

¿Ser staff para otros artistas te ha servido para tratar a tu equipo de la manera en la que te habría gustado que te trataran a ti?

¡Sí! Ser staff o ballet de un artista te hace empatizar con la situación de tu equipo. Yo ya he estado ahí y ahora trato como a mí me hubiese gustado que me trataran. Digo "hubiese" porque no siempre ha sido así. Se nota quién ha llegado a la cima sin currar y quiénes, como mi equipo, son currantes y les hace ilusión trabajar.

Por ejemplo, en una ocasión me hicieron echar horas extras en un ballet de televisión (horas extras que no me pagaron) el día de mi cumpleaños. Mientras que todos mis compañeros se fueron a su hora, el artista decidió que yo me tenía que quedar a trabajar más y allí que me quedé: el día de mi cumpleaños echando horas extras sin cobrarlas.

Ser artista no es nada fácil...

Bailarines del mundo: ¡favores a nadie! Cuando hice 'Yo ya no quiero na' no tenía un duro para pagar el videoclip y fui yo quien pagó a las bailarinas, que son mis amigas y no les pedí ningún favor. Los artistas no trabajamos por amor al arte ni pagamos las facturas con ese amor. Estoy harta de bailarines que trabajan gratis. Hay que espabilar y hacerse valer por mucha ilusión que nos hagan las cosas. Seguramente esa gente a la que le estás haciendo el favor tiene mucho dinero para pagarte y no lo está haciendo.

Hay que comprar el trabajo de los amigos y promocionar el curro de los colegas. Hay gente que me ha tratado mal cuando era bailarina y ahora me los encuentro y me da pena. El tiempo pone a cada uno en su sitio.

¿Te cansaste de tener que demostrar siempre tu valía?

Al final una se acostumbra a la negativa. Cuando vas a un casting tienes que demostrar todo el rato lo que vales, darlo todo. Haber empezado en esos programas ha sido mi mayor escuela. Por ejemplo, me preguntan mucho por mi concierto del Wizink Center de Madrid y yo tengo que estar agradecida porque solo se ha aplazado al mes de noviembre y no se ha cancelado.

¿Has digerido ya la fama repentina?

La verdad es que no. Cuando se estrenan mis videoclips aún no me creo que yo sea esa chica que sale en ellos. Tampoco me creo que colabore con gente tan increíble. Solo hago lo que sé hacer con mi gente: ensayar, escribir y crear. Si sale bien y gusta, seguiremos adelante. ¡Y si no sale, también! No tengo muchos lujos, vivo con poco. Antes me lo gastaba todo en viajar y ahora en clases de baile y en mi proyecto porque estoy muy contenta y lo estoy disfrutando.

Los eurofans quieren verte en Eurovisión en el futuro...

¡Viva Eurovisión y arriba España! A tope con Blas Cantó. No tengo nada en contra del festival y admiro a toda la gente que se atreve a ir, pero es cierto que tengo la sensación de que el artista que va no tiene todas las decisiones en su mano. A mí nadie me garantiza que la puesta en escena y otros detalles sean a mi gusto. Me da miedo que me impongan algo que no me guste, y eso puede pasar. En Eurovisión pones tu cara, tu sello y tu música y tu trabajo está bajo la decisión de muchas personas.

Le tiene cariño y respeto a su proyecto, así lo ha demostrado en esta entrevista. Ahora tan solo le queda crecer y volar aún más alto. ¿Y si la cosa saliera mal? No pasa nada porque, como ella misma dice, "siempre le quedará China" ...