Hay novela de enigma, novela negra, novela policiaca, novela de suspense y thriller psicológico. Y todas son diferentes aunque tengan un denominador común, el esclarecimiento de un delito, un asesinato, un robo… Pues a estos géneros se les ha adelantado un subgénero literario que está escalando en las listas de ventas de manera fulminante. Se trata del domestic noir El suspense en el seno del hogar, en el ámbito doméstico.
Aquí no hay detectives atormentados, ni policías famosos por la resolución de los casos más complicados. Los protagonistas son un ama de casa, un estudiante o un vecino aburrido al estilo de James Stewart en La ventana indiscreta, que, sin comerlo ni beberlo, se ven inmersos en el epicentro de una investigación.
A esta corriente que arrasa en Estados Unidos y Europa pertenece Como era en un principio Como era en un principio(Algaida), el libro que esta semana nos recomienda Elena Martínez Blanco, de la librería Serendipias de Tres Cantos (Sector Foresta, 41). Su autor es el escritor y periodista Daniel Blanco Parra y con esta aventura literaria fue finalista del Premio Ateneo de Sevilla en 2019.
Una novela trepidante donde Blanco no nos deja un cadáver abandonado en la escena del crimen. Nos cuenta la historia de Adela, una joven feliz que recibe de su marido un reloj carísimo de oro y diamantes. Ella alardea de su regalo a todas horas hasta que, unos meses más tarde, descubre que lo ha perdido.
Comienza aquí una investigación donde nada es lo que parece. Las relaciones entre padres e hijos, los laberintos familiares y las cosas importantes de las que nunca hablamos redondean una trama que mantiene al lector en tensión, sin poder apartar los ojos de las páginas del libro .