En la isla de Fuerteventura, en Canarias, se ha puesto en marcha una curiosa iniciativa para promocionar la leche de camella canaria, una especie de dromedario en peligro de extinción. Allí se ha creado la reserva más grande de Europa con más de 400 ejemplares.
Su objetivo es promocionar su consumo y abaratar su coste que ahora ronda los 10 euros por un café con leche o los 70 euros el litro. La leche de camella se trata de un producto gourmet con mucho Omega 3,bajo en grasa y muy parecido a la leche materna. Está muy demandado en el mundo, especialmente en Alemania, y poco ofertado por lo costoso de su producción.
Durante siglos la leche de camella ha sido un recurso indispensable en la alimentación de los habitantes y nómadas de las zonas más áridas del planeta. De hecho, en África estos mamíferos rumiantes se han convertido en una inversión segura contra la sequía y la migración.
Esta granja de Fuerteventura quiere ofrecer el denominado 'oro blanco' a precios más competitivos, primero a nivel local, ofertándola a centros de restauración, para más adelante darla a conocer a toda España.