Cuando acaba de volver a los escenarios tras tres años retirado de los focos, Justin Bieber confiesa en un mensaje en Instagram la dura lucha que ha vivido contra la enfermedad de Lyme, que se contrae por la picadura de una garrapata.
La estrella del pop ha avanzado en su mensaje en redes sociales que contará en un documental, que se emitirá en Youtube el próximo 27 de enero, cómo ha sido su vida durante dos años luchando contra esta dolencia.
“Han sido un par de años difíciles hasta lograr el tratamiento correcto que ayude a tratar esta enfermedad hasta ahora incurable y voy a estar de regreso y mejor que nunca”, reconoce en la publicación confirmando así la información que adelantaba en exclusiva el portal 'TMZ'.
Bieber aprovecha el mensaje para dirigirse a los que le han criticado duramente por su extrema delgadez incluso llegando a afirmar que se drogaba "con metanfetaminas”: "No se dieron cuenta de que recientemente me han diagnosticado la enfermedad de Lyme, no sólo eso, sino que tuve un grave caso de mononucleosis crónica que afectó mi piel, función cerebral, energía y la salud en general”, ha contado en su perfil de Instagram.
Entre los famosos, Bieber no es el único que ha sufrido esta dolencia, otros como Thalía, Avril Lavigne y Alec Baldwin también la han padecido.
Bieber, de reconocida fama internacional, fue descubierto en Youtube por los buscadores de talentos cuando era un adolescente. Su carrera fue meteórica y desde entonces, la joven estrella ha ganado varios premios MTV, premios Billboard Music y un Grammy, entre otros.
Transmitida principalmente por garrapatas que “funcionan como vectores de transmisión, parasitando a ciervos, aves, roedores, animales domésticos y humanos”, la enfermedad de Lyme “es una enfermedad multisistémica infecciosa causada por la bacteria Borrelia burgdorferi”. Esto quiere decir que “puede diseminarse por cualquier parte del organismo (sistema nervioso/cerebro, piel, músculos y articulaciones, corazón, ojos, oídos y otros órganos) causando una amplia variedad de síntomas, que pueden imitar a los de otras enfermedades como la esclerosis múltiple, síndrome de fatiga crónica, fibromialgia, ELA, párkinson, lupus, artritis reumatoides, alzhéimer…”.
Es por ello por lo que también se le conoce como la “enfermedad imitadora”, porque “sus síntomas suelen parecerse a los de otras enfermedades”, lo que hace que en muchos casos haya dificultades para su diagnóstico, una gravísima circunstancia, dado que “si la infección no se detecta a tiempo puede avanzar a otros estadios y llegar incluso a una fase tardía persistente”.