El actor Johnny Depp tuvo que decirlo: "No he golpeado a una mujer en mi vida". Lo ha hecho en el juicio que se celebra en EEUU, en el que se enfrenta a su exesposa, la también actriz Amber Heard, a quien acusa de difamaciones. El actor realizó su primera declaración ante un tribunal en Fairfax (Virginia, EE.UU), donde además denunció que sufría "constantes abusos físicos" por parte de Heard cuando vivían juntos. La relación, por lo que ya se sabe del juicio, ha estado plagada de desplantes, insultos y broncas mutuas, con consideraciones del actor a su mujer que han llamado la atención.
El protagonista de 'Piratas del Caribe' acusa a su exesposa de difamación por un artículo que publicó en el diario The Washington Post en 2018, después de su divorcio, en el que aseguraba haber sufrido "abuso doméstico". El actor afirmó que emprendió acciones legales por la "responsabilidad de limpiar" su nombre y que su "objetivo es que se conozca la verdad". "Como nada de eso era verdad, era mi responsabilidad defenderme, no sólo a mí, sino también a mis hijos" y criticó el impacto que las declaraciones de Heard han tenido en su carrera. "Es muy raro cuando pasas de ser Cenicienta a Quasimodo en menos de un segundo", expresó Depp, quien dijo que no se "merecía" eso.
El actor pide a su expareja 50 millones de dólares por daños y perjuicios. Por su parte, Heard interpuso una contrademanda en la que alega que Depp ha impulsado una campaña de difamación en su contra y le reclama 100 millones.
Preguntado por la relación con su madre, Betty Sue, el actor aseguró que de niño sufría "abusos físicos constantes" por parte de ella, como azotes con un cinturón. Durante tres años de lucha legal, Depp, de 58 años, y Heard, de 35, han compartido detalles sobre la que fue su vida en común y en la que la actriz aseguró, de diversas formas, haber sido víctima de malos tratos.
En este contexto, Depp admitió que sus problemas con las drogas comenzaron cuando tenía 11 años y robaba las medicinas de su madre, hasta el punto de que a los 15 "ya había probado todas las drogas que conocía". "Nunca ha sido por el efecto festivo (...). Era por tratar de calmar las cosas internas que pueden plagar la mente de alguien que ha experimentado un trauma", justificó.
El actor, no obstante, rechazó las acusaciones de Heard, quien ha descrito a Depp como un hombre violento bajo los efectos de las drogas y el alcohol. "No soy un maníaco que necesita estar colocado todo el tiempo", insistió frente a la mirada inexpresiva de su pareja, también presente en la sala, aunque su declaración se espera para las próximas semanas. Depp reconoció que, durante el tiempo que estuvo con Heard, tuvo que ser tratado por sus problemas de adicción a la oxicodona, un opiáceo que le fue recetado al sufrir un accidente durante el rodaje de la cuarta película de 'Piratas del Caribe'.