Un centenar de vecinos de Fresnedillas, Madrid, tuvieron un protagonismo especial en esta epopeya. Tal día como hoy, trabajaban en la estación de la NASA que, desde esa localidad, hacía el seguimiento de la misión espacial.
Neil Armstrong se comunicaba directamente desde la Luna con Fresnedillas de la Oliva, con la estación espacial que la NASA creó en el pueblo.
Una emoción que hizo historia, como sus vecinos. Más de un centenar trabajó desde la Tierra para que se cumpliera la misión. Trabajaban en la base donde monitorizaban todas las comunicaciones con Houston. Las antenas fueron las primeras en recibir las imágenes, los sonidos y hasta los latidos del corazón de los astronautas.
La NASA cambió sus vidas y ellos, sin ser conscientes, desde Fuentecillas de la Oliva hicieron posible que el mundo vibrara al ritmo de un paso.