La evolución de los humanos ha sido opuesta a la de los simios
Los simios y los monos del Viejo Mundo desarrollaron una forma de movimiento diferente
Así lo ha explicado una nueva evidencia fósil
Se ha analizado el primer fémur bien conservado de Aegyptopithecus zeuxis
Pese a la creencia de que el ser humano desciende de los simios y los monos del Viejo Mundo, se ha demostrado en un nuevo estudio que desarrollaron una forma de movimiento diferente de las especies ancestrales ya que se adaptaron a diferentes nichos en sus ambientes.
Este grupo que incluye a los primates como babuinos y macacos, se consideran más similares a las especies ancestrales que a los simios. Gracias a este nuevo estudio que analiza el fémur bien conservado de Aegyptopithecus zeuxis, un ancestro común de los monos y simios del Viejo Mundo, pone en cuestión esta teoría.
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Asimismo, Sergio Almécija, un paleoantropólogo y biólogo evolutivo de la División de Antropología del Museo Americano de Historia Natural, primer autor del estudio, publicado en Nature Communications ha explicado que, “nuestro estudio muestra que Aegyptopithecus conserva una antigua morfología de cadera que no está presente en los primates antropoides vivos”. “En lo que respecta a la cadera, parece que los simios, los humanos y los monos del Viejo Mundo se separaron hace mucho tiempo, lo que explicaría por qué hoy se mueven de manera tan diferente".
¿Cuándo se descubrió el fósil?
El fósil analizado fue descubierto en 2009 y es el fémur más completo de Aegyptopithecus, una especie de 7 kilos de peso que habitaba de árboles, y que vivió en Egipto hace unos 30 millones de años, cerca del momento en que los hominoides (el grupo que incluye simios y humanos) se separó del grupo más grande que incluye monos del Viejo Mundo.
Por esta razón, este fémur ha permitido que los investigadores obtengan más detalles sobre la articulación de la cadera, una importante región anatómica para inferir la locomoción, utilizando una combinación de análisis morfométrico 3-D y modelado evolutivo. Para el análisis, los autores compararon el hueso fósil con otras especies extintas y modernas, incluidos los humanos, los chimpancés y Victoriapithecus y Homunculus (monos extintos del Viejo Mundo y del Nuevo Mundo, respectivamente).
Finalmente, los resultados han demostrado que la articulación de la cadera ancestral está, tan lejos de la articulación de la cadera de los menos modernos del Viejo Mundo como de las de los grandes simios. Por lo que esto provocó que cada grupo haya desarrollado una forma diferente de moverse.