Y en plena crisis del sector de la cultura llaman especialmente la atención iniciativas valientes como la de crear una escuela de musicales. En ella se forman futuros cantantes y bailarines.
Antes de ponerse el tutú y hacer puntas sobre el escenario...hay muchas horas de ensayo. Como explica Juan José Rivero, de SOM Academy, “un artista de musicales es un deportista de élite”.
Hay que entrenar todo. Por su puesto la voz. Antes de cantar como protagonista, la voz se entrena. “Siempre falta training”, dice la alumna Elisa Hipólito.
Estas aulas, que forman artistas de musicales, están llenas de ilusión. Con el musical de Billy Eliot, que tanto éxito tuvo desde el primer día, surgió la necesidad de crear un lugar donde formar al talento más joven, a la cantera a la altura de nuestros grandes obras musicales.
Tras el paréntesis impuesto por la pandemia de coronavirus en las carteleras, los expertos esperan que cuando regresen los musicales lo hagan a un nivel extremo, dice Rivera.
Porque la magia de los musicales volverá a los teatros.