Ernesto Castro, filósofo: "El 15M era una impugnación total al sistema económico y político"
"El 15M defendía la democracia asamblearia directa participativa y horizontal frente a la representativa e institucional"
"El debate feminista ni estaba ni se le esperaba en el 15M"
"Había planteamientos como reformar la ley electoral o abolir el Senado que no han estado en el programa electoral de UP cuando han llegado al Gobierno"
Nacido en Madrid en 1990, el filósofo y escritor Ernesto Castro narra en sus Memorias y líbelos del 15M (Arpa 2020, 352 pág.) las vivencias de aquella Acampada en la Puerta del Sol que comenzó una tarde de domingo y supuso un revulsivo para la vida social y política de España. Diez años después, con el bipartidismo como recuerdo histórico y la fragmentación del arco parlamentario como nueva realidad, Castro se muestra convencido de que el grito “No somos mercancía en manos de políticos y banqueros” es la nueva versión de gatopardismo y todo ha cambiado para que todo siga igual.
Pregunta: Críticas el desmantelamiento de Acampada sol en barrios pero eso sirvió de semilla para los ganemos distritales que fueron el germen de Ahora Madrid que ganó en 2015 el Ayuntamiento de la capital
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Respuesta: El 15M era principalmente un lugar de debate y de discusión donde su principal virtud era que te encontrarás con personas de diversas ideologías y edades y eso es lo que se perdió justamente al trasladarlo a los barrios donde se convirtió en un fenómeno minoritario hegemonizado por personas de izquierda o de extrema izquierda que luego un contribuyeron a formar ese partido que ganó las elecciones durante cuatro años gobernando la alcaldía en buena medida traicionando a buena parte de los principios del 15M. Si ha habido un partido que ha sido más infiel a esos principios ha sido justamente el partido de Manuela Carmena sobre todo con la operación Chamartín
P: ¿Cuál consideras tú que eran esos principios del 15M?
R: Una impugnación total del sistema tanto económico como político. Eso suponía defender la democracia asamblearia directa participativa y horizontal frente a la representativa e institucional. En el ámbito económico pues había diversas propuestas y alternativas. La mayor parte de ellas si se llevan a cabo fue principalmente a nivel de micro utopías. Fueron personas que crearon sus comunidades autónomas o independientes en ecoaldeas o casas okupas. Porque los proyectos decrecimiento que tenía gente como Carlos Taibo, que fue de los primeros que analizó el 15M, tenían difícil traspaso al ámbito político. Pero es que nunca interesó ni a Podemos, ni a Ganemos ni Ahora Madrid ni a Más Madrid y nunca incorporaron a su programa proyectos que tuvieran algo que ver con eso, más allá de medidas cosméticas como es Madrid Central, que era una medida muy vinculada a un cierto desarrollo turístico del centro de Madrid.
Seguimos con las mismas tasas de paro juvenil y precariedad económica, de falta de acceso al alquiler similares, un hastío hacia la clase política de uno y otro lado del espectro político…
P: Pero sí es cierto que hubo temas que entraron en la agenda política a raíz del 15M, como fueron la dación en pago y la querella de Bankia principalmente
R: La dación en pago es un logro de Stop Desahucios que se puede considerar el brazo desarmado del 15M. Pero hemos vuelto a las andadas y estamos ahora mismo en una situación exactamente idéntica que la de hace diez años. No es solo que el PP haya repetido la aplastante victoria electoral de hace 10 años en la Comunidad de Madrid, es que seguimos con las mismas tasas de paro juvenil y precariedad económica, de falta de acceso al alquiler similares, un hastío hacia la clase política de uno y otro lado del espectro político…
P: Pero sí es cierto que en mayo de 2011 vivíamos en una situación de bipartidismo absoluto y ahora la situación es bien distinta donde se han normalizado los gobiernos de coalición en todas las comunidades autónomas e incluso el gobierno central y parece muy improbable que haya un partido que sea capaz de alcanzar mayoría absoluta
R: Hemos sustituido el bipartidismo por el maniqueísmo. Los dos grandes lemas de campaña en las elecciones madrileñas han sido “comunismo o libertad” y “fascismo o democracia”. Ese sistema multipartidista no se ha convertido en una transformación real de las estructuras sociales y económicas. Si el bipartidismo consistía en que dos jefes supremos que dictaminaban la lista completa de sus miembros del partido y cargos públicos, ahora estamos igual. Para eso, nos podíamos haber quedado donde estábamos.
P: Se han establecido muchos paralelismos entre el 15M y el mayo del 68 porque son dos revoluciones fracasadas que imponen sus valores después de muertas, como el Cid
R: Sí, incluso podría caber la observación de que ninguno de los dos movimientos tenía un objetivo claro y que por ese motivo pues no se puede dar ni de éxito ni de fracaso. En ambos casos ha habido una transformación de la conciencia popular y se presentaron nuevos imaginarios y nuevos escenarios y nuevos problemas y debates. Es el caso del debate feminista que ni estaba ni se le esperaba y el propio 15M se autocorrigió en ese aspecto con la retirada de un cartel que ponía “la revolución será feminista o no será” y luego más adelante abriendo varias comisiones donde se debatió muy en serio acerca de diversas cuestiones feministas. Y se acogían diversos puntos de vista. Tanto el radical como el liberal como otras feministas cómo de la teoría queer.
P: De hecho el feminismo ahora es un movimiento central y hace 10 años no lo era
R: Sí, pero de nuevo se producen las hipocresías que subrayo en el libro. Del mismo modo que el 15M pretende ser inclusivo pero excluye de su seno al movimiento que más habían luchado por la inclusividad, o sea al feminismo, posteriormente en la manifestación del 8M más multitudinaria que ha tenido España, que fue la de 2018, se retiró una rojigualda con el lema “Viva España Feminista” de tal forma que el feminismo no reconocía la bandera que representaba el país en el que es feminismo exitoso. Entre otras cosas porque España es uno de los países donde hay mayor seguridad y derechos reconocidos a mujeres.
Si figuras tan influyentes no habían transformado nada ¿cómo iban a transformarlo cuatro chavales que venían de estar en paro después de estudiar una carreta de humanidades?
P: Te muestras muy crítico con que el 15M escogiera como referentes intelectuales a Stephane Hassel y José Luis Sampedro
R: No critico tanto la elección sino todo el entramado mediático y editorial que remachó la categoría de los indignados proyectándola sobre unos fenómenos que nada tenían que ver con el libro. Fue todo una empresa de marketing fenomenal donde estos dos abueletes entrañables se pasaban de convertir su pasado prosistema a convertirse en intelectuales antisistema. Se produjo un fenómeno muy curioso, que afortunadamente las redes sociales han reducido al ridículo, que era el del intelectual que sin moverse de su sofá pues llamaba el resto la sociedad a luchar y a manifestarse. “Yo me quedo aquí y vosotros a hacer el trabajo por mí”. Era muy curioso ver a personajes como Ignacio Escolar o Federico Mayor Zaragoza llamando a los jóvenes a transformar un sistema que ellos desde el poder ejecutivo legislativo judicial internacional y mediático habían controlado a su placer durante 30 y 40 años. Si estas figuras tan influyentes no habían transformado nada ¿cómo iban a transformarlo cuatro chavales que venían de estar en paro después de estudiar una carreta de humanidades?
P: También tienes críticas para los activistas de Juventud Sin Futuro que han terminado ocupando los cargos de la nueva izquierda madrileña como Ramón Espinar, Rita Maestre, Clara Serra…
R: Aquellas personas que en 2014 abandonaron la carrera de filosofía para entregarse a la política pensando que iban a estar en las instituciones ad infinitum pues cuatro años después vino Isabel Díaz Ayuso y los ha vuelto a poner en su sitio electoralmente hablando. No mi principal problema no es tanto con ellos como con su manera de hacer política. Tanto en Juventud Sin Futuro, como posteriormente en Podemos, lo que se hacía era que se llegaba a un tipo de organizaciones espontáneas surgidas de abajo y se ponía una pegatina encima para apropiarse de ello. Eso ocurrió con el feminismo y Podemos. En la primera universidad de verano de Podemos, Clara Serra da un discurso en el que dice que hay que abandonar el concepto de feminismo para abogar por la igualdad porque concepto es un significante flotante más transversal. Pablo Iglesias en su libro “Maquiavelo ante la gran pantalla” tiene un texto en el que defiende a Lolita de Nabokov porque es un ejemplo de empoderamiento femenino. Todo eso luego se lo tuvieron que tragar. Mi crítica no es porque consiguieran puestos de poder o porque cobraran tanto o cuanto del erario público si no que se trata de su forma de hacer política. Llegan a fenómenos que ni han organizado ellos ni han movido ellos y les ponen la pegatina de estos somos nosotros. No; estos no sois vosotros.
El 15M fue un dios privado al que cada uno ha ido rezando cómo ha podido
P: Esa tensión se vivió en el seno de Ahora Madrid con la disputa entre Podemos y Ganemos
R: Eran los dos espíritus de las dos comisiones en los que se dividió la comisión de política de la Acampada Sol: política a corto plazo y a largo plazo. Los más antisistema estaban en largo plazo e que iniciaron esa larga senda que a mi juicio es bastante más respetable e interesante frente a la política a corto plazo que proponían cosas que luego ni siquiera se llevaron a cabo. Planteaban abolir el senado, reformar ley d'hondt… Todas esas cosas que aparentemente eran de sentido común y que con las cuales estaba de acuerdo el 80% de la población y nunca estuvieron ni siquiera planteadas como parte del programa electoral de estos partidos que incluso han llegado al gobierno como Podemos o la IU de Alberto Garzón.
P: ¿Ha habido una traición a lo que supuso el 15M por parte de los protagonistas de la llamada izquierda del cambio?
R: No, porque al final, cada uno interpreta el 15M como le da la gana. Lo interesante es que se debatía sobre política siendo empático poniéndose en el lugar del otro por eso no puedes decir que se traiciona el espíritu de la plaza porque ahí está el que va a hacer botellón, el que va a hacer deporte, el que va a debatir y el que va como un loco para soltar alaridos de que llega al final del mundo. El 15M fue un dios privado al que cada uno ha ido rezando cómo ha podido. Cada quien ha sido fiel a lo que entenderá que es la herencia de ese movimiento o las enseñanzas que dio el participar en aquella acampada.
P: ¿Entre esos aciertos estaría el cambio generacional que han sufrido las élites en España en esta década?
R: Es que eso era inevitable, De eso afortunadamente no tiene ni culpa ni responsabilidad podemos sino la pura biología es decir todos los políticos. Decir que el 15M ha sido ese catalizador de recambio de élites sí es traicionar el movimiento, porque no se trataba de ser, como decía Schumpetter, un mecanismo de selección de élites, sino que quería ser transformar las reglas de juego y estas siguen siendo las mismas y están más espectacularizadas a día de hoy convertidas en máquinas de zascas y resentimientos y envidias. Y de esto no es responsable ni Podemos, ni siquiera Mark Zuckerberg, sino que es producto de la del capitalismo avanzado así de sencillo. Hay un envejecimiento de la sociedad española que hace que ese fenómeno cobre sentido. Lo que se produjo básicamente es la sustitución de personas que tenían 60 años por personas que tienen 40 o 50 años. En el caso de mi generación, que fuimos los peones de esa gran partida de ajedrez, nos ha dejado igual. Yo ahora mismo tengo un contrato temporal sustituyendo a un profesor que está de baja por covid-19 y cuando vuelva se voy otra vez al paro. El recambio de las élites es la medida reformista por excelencia que ni siquiera reforma nada, solo se cambian las caras pero todo sigue igual todo sigue igual. Lo que ha habido es un recambio de las élites que se ha asentado y ha consolidado todavía más el régimen del 78.