El conocido cantante norteamericano de R&B de la década de los 90, R. Kelly, ha sido declarado culpable de abuso sexual, tráfico sexual y crimen organizado en un juicio celebrado en la ciudad de Nueva York. El juicio, que ha durado seis semanas y donde decenas de personas testificaron contra el cantante, ha concluido con una condena que puede llevar al famoso cantante a pasar varias décadas en prisión.
R. Kelly, que alcanzó la fama en los años noventa por interpretar éxitos como 'I belive I can fly', era acusado por la Fiscalía del Distrito Este de Nueva York por los cargos de crimen organizado, coacción y transporte ilegal de mujeres y niñas para su explotación sexual durante, al menos, dos décadas. Unos cargos similares a los que ya se había enfrentado en Chicago, la ciudad en la que fue detenido en 2019.
Varias decenas de mujeres han testificado en el juicio, reconociendo los abusos por parte del cantante, de 54 años. Muchas de ellas contaron como R. Kelly escogía a sus jóvenes víctimas, en muchas ocasiones, entre las asistentes a sus conciertos, a las que asaltaba sexualmente en el backstage. también ha sido acusado de malos tratos continuados a sus parejas, a las que humillaba y golpeaba en continuas ocasiones y a las que controlaba en todos los aspectos de su vida. El cantante forzaba a sus parejas a que le llamaran "daddy", controlaba su manera de vestir, su compañías, cuándo podían usar el baño o cuándo podían comer.
El juicio ha destapado también una red de colaboradores que le permitían captar e intimidar a sus víctimas. Los abogados de las víctimas y la acusación han presentado a R. Kelly como un auténtico depredador sexual, que utilizaba su fama y posición de celebridad para intimidar, acosar y anular a sus víctimas. El cantante, que ha decidido no declarar, recibió impasible la sentencia de acusación. Sus abogados habían intentado desacreditar las acusaciones de abuso en las últimas semanas, sin éxito.-