El adiós a Pau Donés, una melodía de cariño para todo un número uno
Gálvez emociona con un texto recordando a Pau que se vuelve viral
El fallecimiento del cantante Pau Donés ha conmocionado a todo el país y su familia ha recibido muchas muestras de cariño. Una despedida a la que se han sumado artistas de todo el país... músicos, actores y deportistas. Todos recordaban alguna anécdota vivida con Pau Donés o, incluso, cómo sus canciones les han cambiado la vida. Son los compañeros del escenario, los que compartieron su éxito, los que le consideraron un referente en la forma de afrontar su enfermedad.
En las redes no hay músico que no haya echado una lágrima. Con una canción, un abrazo, una foto como ñla de Blades. Desarmados de palabras y tristes amigos como Alejandro Sanz o Jorge Drexler que compartieron con él proyectos. Siempre agradecidos los que fueron un día teloneros de Jarabe de Palo. Y hay historias como la de Tony Acosta. El primer disco de Pau le envalentonó para perseguir su sueño de actriz, mientras, se ganaba la vida de camarera en un restaurante. El ejemplo de que la música es consuelo, motor y vida para quien la escucha. No son las únicas enseñanzas que deja Pau en el camino. También la capacidad de esfuerzo como dejaba claro Bunbury en su obsesión por grabar un disco. Lo ha dejado también escrito Dani Rovira que lo ve un referente en la lucha contra el cáncer.
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Gálvez emociona con un texto recordando a Pau
O como el mensaje de Christian Gálvez que se ha vuelto viral en el que cuenta una experiencia con Pau. El madrileño compartió un texto que le escribió a Donés con motivo de su 50 cumpleaños y el cual contenía los títulos de sus canciones. “Pude leérselo cara a cara y fui feliz. Mucho”, señala el conocido presentador, al tiempo que asegura que “hoy, quizás, tenga más sentido que nunca. Te echaré de menos, compañero. Esto va por ti”.
Cuando la niña Sandra, que no Sara, me pidió hacer un video para tu cumpleaños le contesté:
- Depende.
- ¿De qué depende? - dijo ella –
De si quieres un video normal o un video completo incompleto. Ella, con wassap de póker, me soltó:
- Buenas noticias. Es para Pau Donés. Cumple 50. 50 jarabes. “Yep! Tú mandas”, acerté a decir, aunque en el fondo, mientras me subía el frío por la espalda, miraba a mi alrededor, un metro cuadrado, sólo o bien acompañado, y pensaba: “¿Son ilusinaciones? Necesito tiempo, y el tiempo dura lo que dura el tiempo”. Sí, lo reconozco, quiero ser poeta, y aunque no suelo compararme y sólo a veces soy dueño de mi silencio, pensé en mandarte algo puro. Pero ambos sabemos que en lo puro no hay futuro.
Y yo, que como tú estoy de vuelta de todo, de vuelta de nada, me pinté la cara de azul, ese azul de la tranquilidad y de la paz espiritual, e inicié este viaje de locos. Antes tomé un poco de agua. Agua y sed, serio problema. ¡Sí! ¡A lo loco! ¡Como un pura sangre!
El contratiempo es que a veces las palabras se esconden como peces en el agua y en muy pocos momentos sale a escena el don de la oratoria, al menos eso dicen. Entonces llamo a la Flaca, mi mujer Almudena, y me trae un café. Sí, ya sabes, el café de la morena.
“¡Qué bueno, qué bueno!” Grita ella cuando le enseño mi diario personal y lee “Felicitación a Pau Dones por sus 50 Jarabes”. De repente, y para enredar, me comenta: “A ver bala perdida, ¿a dónde vas? ¿Este tipo no es aquel que cantaba “de los libros no se aprende”?
¡Que le felicite su vecina!” Me quedo en silencio. Tiene razón, porque escribo libros. Ojalá pudiera volverme invisible, mientras se escucha su blablabla, o colocarle alas y exclamar: “¡Vuela de aquí!”. Pero no, a mi novia no le gustan las chicas, y yo la quiero a morir.
Ya sabes Pau, lo mío no es un amor de todo a 100. Quizá seamos como Romeo y Julieta, que no eran de este planeta. Y es que, Pau, no se estar enamorado, enamorado de la música. Pero es escucharte, verte, leerte y ¡Ay, mamá!, me cambia la piel y se abre un nuevo camino hacia el corazón cargado de emociones. Pero como le cuente esto a Almudena voy a llevármela leve. Leve no, fue peor. “Y ahora, ¿qué hacemos? Menudo desamor. Jo, Almu, ¡te miro y tiemblo! Eres de siempre, nunca, nada”.
La lié parda. Me gritó: “Escucha con atención lo que te voy a decir. Tú no sabes quién soy. Avisa a tu madre que duermes con ella”. Desde entonces vivo en un saco. ¿Realidad o sueño? Al final se pudo arreglar, tranquilo Pau. Sólo tuve que rogar: “Duerme conmigo, hice mal algunas cosas pero no soy un bicho. Dejo mi mundo en tu mano”. Me gané su ¡Olé! y me dejó grabar un video mientras se iba al dormitorio musitando: “¡Déjame vivir!”. Así que para ir adelantando te diré que ahora toca mi canción porque esto no es un video, es casi una colaboración. Me vine arriba durante la composición de este tema. Mi mantra fue: “Qué coño, ¡no escondas tu corazón!” Y es que Pau, hay dos días en la vida para los que no nací, y uno de ellos era el de no felicitarte. Por eso estoy aquí.
Gracias por la luz de tu corazón, amigo. Después de todo lo que has pasado en el lado oscuro, te mereces estar agustito con la vida. Has encontrado la salida del bosque de Palo y en ningún momento le entregaste un “quítame la vida” a las valkirias de la armonía.
Llegaste a la plaza de las palmeras, casi como un perro apaleao, pero recordaste las luces que viste en Tijuana, aquellas que te hicieron viajar en el tiempo y plantarte en el verano del 96, cuando deambulabas entre las barcas de alguna playa de Barcelona escribiendo en la arena un “estamos prohibidos” pensando en el futuro incierto de Jarabe de Palo, mientras te acompañaba, a lo lejos, Bob Marley y su No Woman, No Cry. Dirás, Pau: “Mira como viene el Christian, no es momento de sentimentalismos. ¡A bailar que empieza el concierto!” Y a mí, que me gusta más bien poco bailar, antes de decir adiós te escribo aquello de que aún no me toca. No quiero bailar, sólo quiero que se escriban más canciones con el lema: “Vive y deja vivir”. Ése es tu lema. Nada de humo.
Espero que este texto te parezca bonito, ya que todo te parece bonito. Sin embargo, aquí el único bonito eres tú. Y aquí estamos todos, celebrando la ya no tan breve historia de un músico persona. Tú, que me hacías sonreír, ahora compartiendo un momento como este contigo nos convertimos en un “somos”, en un yin yang en conexión. Todos los que estamos contigo. Hoy es de esos días que apetece estar a tu lado, que apetece decir que eres menos que un amor, más que un amigo. Que me gusta cómo eres, nos gusta cómo eres.
Así que no te duermas, porque hoy todos diremos: Hoy no soy yo. Hoy somos todos. todos los que te queremos. Y antes de que esto llegue a su fin buen viaje, amigo