Adele se ha abierto en una detallada entrevista realizada a la revista Rolling Stone donde ha explicado la mala racha que pasó luchando contra sus problemas de salud mental y cómo la cantante pudo superarlos.
La cantante de ‘Easy On Me’ pasó por un duro proceso de divorcio con Simon Konecki y las salidas que buscaba para calmar su ansiedad no le ayudaban en nada, el hundían más en el pozo en el que se encontraba: “Cualquier cosa que pudiera calmar mi ansiedad, me lancé”, afirmaba.
Después de que se hiciese público su divorcio, lo único que podía hacer era quedarse en la cama viendo ‘Los Soprano’, además sus problemas con la intolerancia al gluten le hicieron sentirse peor.
Cuando cogió fuerza se dio cuenta que lo que necesitaba era mantener la mente ocupada para que la ansiedad y la depresión estuvieran el menor tiempo posible en su cabeza, por ello comenzó a viajar y dejó de beber durante seis meses.
Adele viajó a Grecia, el desierto de Arizona, Jamaica, además de descubrir que era intolerante a la mayoría de las formas del gluten y uno de los efectos secundarios de esta alergia puede presentarse en forma de depresión.
La cantante estuvo casada durante dos años con Simon Konecki con quien tuvo un hijo en común, pero en 2019 se hizo pública la separación y entonces comenzaron sus problemas de salud mental.