Aunque no lo parezca, ganar un Oscar a veces pues ser lo peor que le pase a tu carrera, sobre todo en términos interpretativos. Porque en el mundillo de Hollywood, se teme mucho la conocida como ‘la maldición del Oscar’. Es decir, ganar el gran premio que todo actor o actriz quiere… y que tu carrera caiga en declive justo después. Muchos han sido los que la han sufrido. Tenemos los ejemplos de Hilary Swank (ganó por ‘Million Dollar Baby’ su segundo premio de la Academia y nunca volvió a tener un papel de tanta importancia); Halle Berry, ganándolo por ‘Monsters Ball’ para después entregarse a las garras de ‘Catwoman’; Cuba Gooding Jr., que arrasó como secundario de ‘Jerry Maguire’ y su carrera se hundió justo después. O Adrien Brody, que brilló como protagonista de ‘El pianista’, de Roman Polanski, para luego hundirse en películas como ‘Predators’ o secundario de varios films olvidables.
Y precisamente de Adrien Brody queremos hablar, porque todo parece indicar que su carrera está recuperando el lustre perdido en las últimas dos décadas. Porque el actor no solo sepultó su carrera por las malas elecciones de papeles, sino también por dos hechos que no han sobrevivido al paso del tiempo.
Primero, ese beso sorpresa a Halle Berry cuando ganó el Oscar a Mejor Actor. Tiempo después la actriz confirmó que no fue consentido, pero que le siguió el rollo porque “yo estuve en su posición el año anterior, el sentir que estás fuera de tu propio cuerpo al ganar”. Obviamente, todos sabemos de la emoción que debió sentir, pero no deja de ser un beso no consentido que, en su momento todo el mundo tildó de divertido y gracioso, pero que hoy sería y es visto con otros ojos.
Su segundo evento ‘canónico’ fue su paso por el programa de sketches 'Saturday Night Live!' Invitado a presentar el programa, tenía que anunciar al invitado musical Sean Paul, y decidió, contra la opinión de los guionistas del show, hacer una performance de un hombre jamaicano, con rastas y acento muy marcado. Es decir, alarma de apropiación cultural y cerca de un black face bastante ofensivo. Durante mucho tiempo se rumoreó que había sido vetado para siempre del programa por salirse del guion, pero el actor lo desmintió recientemente. Porque ese clip ha resurgido en internet con motivo de su victoria en los Globos de Oro.
Todo esto, además de varias elecciones de papeles cuestionables, fueron hundiendo poco a poco una carrera que parecía muy prometedora. Incluso optó a ser el Joker de ‘El caballero oscuro’, que más tarde acabó interpretando con maestría Heath Ledger. Lo intentó con películas como ‘King Kong’, pudiendo trabajar al fin con Peter Jackson tras haber rechazado interpretar a un hobbit en la trilogía de ‘El señor de los anillos’. Pero no acabaron de calar entre el público. Aunque gracias a sus papeles secundarios en las películas de Wes Anderson le mantuvieron durante todos estos años, hasta que ha llegado de nuevo su gran oportunidad con ‘The Brutalist’.
Polémicas aparte por el uso de la IA para mejorar su acento húngaro en la película, lo cierto es que Brody se está llevando de nuevo todos los elogios por una interpretación visceral y cruda. Su mirada siempre ha sido parte de su atractivo, y el actor sabe perfectamente cómo usarla, mezclando melancolía y tristeza con sobriedad. En la carrera de premios está arrasando, y todo parece indicar que se alzará con su segundo Oscar, más de dos décadas después de su primer triunfo. Y es que con ‘The Brutalist’, al fin ha vuelto a encontrar una película que responde a sus expectativas.
“Es muy difícil capturar la magia en una botella. Puedes tener gente con un talento realmente maravilloso, y aun así hay cosas que simplemente no funcionan, o no cobran vida en el montaje, o la cámara se estropea en las dos mejores tomas. Son muchos factores”, explicó recientemente para GQ. Pero tampoco dice arrepentirse si echa la vista atrás. "En retrospectiva, a menudo es fácil ver que podrías haber tenido más ojo aquí, o que no deberías haber tomado tal o cual decisión, pero a veces tienes que mirar atrás y decir: 'Es increíble cómo sucedió todo’”.
Así que, pese a que Hollywood nunca ha sabido encontrar el hueco perfecto para un actor de la talla de Brody, este ha seguido luchando por mantenerse activo. Y siempre mezclando productos más comerciales con otros más creativos o artísticos. Todo ello parece haberle llevado hasta el papel de Laszlo Toth, protagonista de la obra magna ‘The Brutalist’, la favorita en todas las quinielas. “La edad y hacerse viejo influyen en la manera de entender el tiempo y el valor de aquello a lo que uno dedica su tiempo. Hay muy pocos proyectos así. Es muy raro hacer películas como esta”, afirmó en Vanity Fair.
Su director, Brady Corbet, ha elogiado continuamente al actor, afirmando que no había otro como él para ser el protagonista de su película. “Adrien evoca a Gregory Peck o De Niro al principio de su carrera. Es icónico, guapo y tiene una expresión tan conmovedora... No se me ocurre nadie en la profesión hoy en día con unos ojos más conmovedores”. Y es que Brody es perfecto para ese tipo de personajes melancólicos, con toda una vida en la mirada. Solo esperamos que esto realmente suponga su nuevo renacer… y no vuelva a caer en la maldición del Oscar por segunda vez.
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